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Portugal admite retrasos en los AVE pactados con España

El acuerdo inicial prevé que la línea entre Lisboa y Madrid entre en servicio en 2010

El Gobierno portugués arrancará con la construcción de la red ferroviaria de alta velocidad (AVE) en los próximos cuatro años, pero asume que difícilmente cumplirá con los calendarios pactados con España. Lisboa anunció ayer que invertirá unos 1.500 millones de euros en este proyecto hasta 2009, una cifra modesta que le permitirá dar los primeros pasos en la construcción de los tramos Oporto-Vigo y Lisboa-Madrid, pero no concluir ninguno de los trazados. El pacto entre los dos países prevé la conclusión de la primera línea en 2009 y la segunda en 2010.

Un estudio de mayo pasado, realizado por RAVE, la gestora de la red de alta velocidad en Portugal, ya señalaba que sería muy difícil terminar estos dos tramos antes de 2013, debido a sucesivos aplazamientos de decisiones políticas sobre los trazados definitivos, dictados por varios cambios de Gobierno en Portugal en los últimos cuatro años, pero también debido a un exceso de optimismo en el establecimiento de los calendarios. Pero hasta ayer el Gobierno de Lisboa siempre había asegurado que cumpliría los plazos pactados con Madrid.

Las dificultades financieras y económicas que vive Portugal determinan ahora esta "necesidad de ajustar los calendarios", según un colaborador del primer ministro, el socialista José Sócrates, en el cargo desde marzo. La misma fuente explica que Portugal considera prioritaria la línea entre Lisboa y Madrid y que, por eso, opta por retrasar la conclusión del trazado entre Oporto y Vigo, ya que actualmente el país vecino no dispone de dinero para llevar a cabo todos los proyectos inicialmente previstos.

La red de alta velocidad portuguesa está presupuestada en unos 15.000 millones de euros y prevé cuatro conexiones con España. Además del AVE Lisboa-Madrid y Oporto-Vigo, está prevista una línea entre Salamanca y Oporto en 2015 y otra entre Faro y Huelva en 2018. Lisboa y Oporto, las dos mayores ciudades portuguesas, estarán unidas por el AVE en 2010. El nuevo Ejecutivo promete presentar en las próximas semanas los trazados definitivos y un nuevo calendario de conclusión.

Fue el propio ministro de Obras Públicas, Manuel Lino, quien ayer adelantó la imposibilidad de cumplir con los primeros plazos, destacando la necesidad de "explicarlo y hablarlo con el Gobierno español". Sobre la línea entre las dos capitales, Portugal cree que aún puede cumplir el plazo pactado, pese al diminuto presupuesto destinado hasta ahora para el proyecto. Lisboa espera posteriormente conseguir más dinero tras la conclusión de las negociaciones de los presupuestos europeos para el periodo 2007-2013, según el ya citado colaborador de Sócrates.

Estos anuncios fueron conocidos ayer durante la presentación del Programa de Inversión en Infraestructuras Prioritarias, que el Gobierno luso pretende llevar a cabo hasta el final de la legislatura, en 2009. El objetivo es invertir unos 25.000 millones en áreas que Lisboa considera fundamentales para recuperar el crecimiento económico, estancado desde hace tres años, aumentar la competitividad y modernizar el país.

Sólo un 30% de este dinero saldrá del Presupuesto de Estado. Lisboa espera conseguir el resto a través de alianzas entre el sector público y el privado. El primer ministro llamó ayer a los empresarios a invertir, asegurando que el Estado se compromete con su parte: controlar el déficit público, estimado en un 6,83% del PIB, más del doble del permitido por Bruselas. Con poco dinero para invertir, el Gobierno quiere con este plan de infraestructuras recuperar la confianza de los agentes económicos, explicando que tiene un proyecto para Portugal "estratégico" y "estable".

Durante la presentación quedó claro que las prioridades de Lisboa son el conocimiento, la formación y las nuevas tecnologías (un 18% de la inversión total y donde destaca la mejoría del sistema de Internet de banda ancha), los transportes (un 33%, incluyendo el AVE y la construcción de un nuevo aeropuerto en Lisboa) y el sector de la energía (un 22%).

En su discurso, Sócrates insistió especialmente en la importancia de dar competitividad al sector energético y asegurar "la independencia" del país en este dominio. De los 5.500 millones destinados a este sector, la mitad se invertirá en energía eólica. El Gobierno anunció también la apertura, en breve, de un concurso para atribuir licencias para generación de energía de este tipo. "Hay un trabajo urgente a realizar en este sector. Portugal se juega aquí una buena parte del éxito de su desarrollo sostenido y de su competitividad", dijo el primer ministro. Con este programa, Portugal espera crear 120.000 nuevos empleos hasta 2009 y contribuir en el 1,5% para el crecimiento del PIB.

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