El ministerio estudia opciones en el trasvase Júcar-Vinalopó

La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, reiteró ayer que las transferencias de agua entre cuencas son fuente de conflicto, como lo demuestran los casos del Tajo-Segura y el del Júcar-Vinalopó, una obra que el Gobierno se ha comprometido a terminar. Narbona se entrevistó con miembros de Xúquer Viu, que pidió de nuevo la paralización del proyecto e hizo hincapié en el "conflicto social que se está creando entre comarcas valencianas". En ese sentido, Narbona explicó que el ministerio "está estudiando todas las opciones" que se ponen sobre la mesa en la comisión técnica de seguimiento de la obra, en la que están representadas las administraciones y también Xúquer Viu. "El objetivo es poder llevar la máxima cantidad posible de agua al Vinalopó y al mismo tiempo tener en cuenta cuál es la situación del río Júcar, que nada tiene que ver con la de hace 20 o 50 años", dijo Narbona. La ministra destacó que se buscará continuar con la obra -sólo están parados los tramos afectados por la nidificación de aves- "de forma que se reduzcan al máximo las razones para la preocupación de las gentes de la Ribera".

En relación con la anulación por parte del Tribunal Supremo de artículos básicos del Plan Hidrológico del Júcar, incluida la reserva para el Vinalopó, la ministra insistió en "desdramatizar" las consecuencias del fallo. Según Narbona, el Gobierno dará "los pasos necesarios" para que la Generalitat asuma las competencias sobre los ríos internos, como exige el Supremo.

La ministra también destacó que la desaladora de San Pedro del Pinatar (Murcia), la ampliación de la planta de Alicante y una segunda instalación se abre "un panorama de aquí a dos años de garantía absoluta" de suministro de agua en la costa.