"Galicia tiene un déficit que hay que corregir"
Recurre a palabras grandes para definir la campaña electoral de su partido en Galicia, resuelta con un éxito sin precedentes en esa comunidad gracias a un resultado que les abre la puerta del Gobierno de la Xunta. Pero no se detiene y piensa en nuevos objetivos electorales. José Blanco, el jefe del PSOE, está contento del triunfo en su tierra de un hombre, Emilio Pérez Touriño, por el que apostó hace seis años cuando todavía no atesoraba el poder en el partido.
En la comparación de dos éxitos socialistas, el del 14 de marzo de 2004 (elecciones generales) y el del pasado 19 de junio (comicios gallegos), el secretario de Organización del PSOE, José Blanco (Lugo, 1962) valora el de su tierra: "¡Es que en Galicia se ha producido un auténtico cambio de régimen!". Su próximo reto se sitúa en mayo de 2007, fecha de las elecciones municipales y autonómicas. Las comunidades de Madrid y de Valencia son dos plazas que, según Blanco, puede recuperar el PSOE.
"El triunvirato que forman Rajoy, Acebes y Zaplana va cosechando grandes éxitos electorales y mantiene su política de descalificación masiva"
"No hay ninguna cuestión insalvable para que el cambio histórico que se ha producido en Galicia tenga un Gobierno que sintonice con ese cambio"
"Una propuesta de reforma estatutaria que incluya un modelo de financiación propio tendría muchas dificultades para ser aprobada"
Pregunta. ¿Cómo de caro le va a salir a la Administración central el Gobierno en Galicia entre socialistas y nacionalistas?
Respuesta. El Gobierno de España tiene una política muy clara que es garantizar la cohesión social y territorial del país. Eso significa apostar por los territorios que tienen más dificultades, que tienen menos posibilidades para garantizar ese desarrollo armónico. Y desde luego Galicia es un país que tiene un déficit muy importante de desarrollo, de infraestructuras, y en este sentido hay un compromiso claro del Gobierno de España con Galicia.
P. ¿Coincide con Anxo Quintana, el líder del BNG, en que hay una deuda histórica con Galicia de 21.000 millones de euros?
R. Tengo claro que Galicia tiene un déficit de desarrollo que se ha agravado durante los últimos ocho años de Gobierno del PP que tuvieron literalmente olvidadas las grandes infraestructuras de Galicia. Y en este sentido comparto la reflexión de Quintana de que es necesario hacer una corrección de los déficit de Galicia para que en Galicia se cree empleo, se progrese y se avance socialmente al mismo ritmo que lo hacen otras regiones de España y Europa. Es comprensible que un partido de las características del Bloque ponga su acento en la necesidad de corregir esta situación.
P. ¿Hay algún aspecto del programa electoral del BNG que suponga una barrera insuperable para los socialistas?
R. El líder del Bloque Nacionalista Galego puso de manifiesto que teníamos programas que en algunos aspectos eran incompatibles y lo importante era buscar el mínimo común denominador que hiciera viable una acción de Gobierno conjunta pensada para las necesidades más perentorias que en estos momentos tiene Galicia. Estoy muy esperanzado. Creo que no hay ninguna cuestión insalvable para que el cambio histórico que se ha producido en Galicia el 19 de junio tenga un Gobierno que sintonice con ese cambio histórico.
P. ¿A usted qué definición le gusta más para Galicia: nación, como quiere el BNG, nacionalidad histórica...?
R. A mí me gusta la denominación que tiene en la actualidad, es una nacionalidad histórica así reconocida. Lo que me importa es que Galicia tenga las oportunidades para poder desarrollarse, crear empleo, avanzar desde el punto de vista de las políticas sociales, salir de una situación que expulsa a ciudadanos preparados y cualificados porque no tienen perspectiva de futuro.
P. ¿Por qué cree usted que ha perdido la mayoría absoluta el PP en Galicia?
R. En estas elecciones se superó un mito histórico en Galicia. Se decía que
Galicia era un país conservador y abstencionista. Pues la Galicia actual es la de la participación, más del 70%, y que dio paso a la izquierda, un 53% de ciudadanos la votó frente a un 45% que lo hizo a la derecha. El Gobierno del PP estaba acabado, no garantizaba ningunas expectativas ni horizontes de futuro. Los ciudadanos de Galicia tenían que optar entre el cambio y la continuidad, y optaron por el cambio.
P. ¿A qué lo atribuye, a la gestión de Fraga o al referente de Rajoy?
R. Yo creo que es una mezcla. Cuando los ciudadanos votan en unas elecciones, votan sobre el tema que se les consulta. Estas eran unas elecciones gallegas y lo que se estaba evaluando era la gestión del Gobierno de Galicia y la gestión de su presidente, que era cualquier cosa menos una expectativa estimulante de futuro. Eso era lo primero que votaban los gallegos. Pero no es menos cierto que Rajoy se ha implicado activamente en esta campaña, hasta el punto de pedir el voto para él mismo en los últimos días de campaña. Si ha pedido el voto para él mismo y los gallegos no le otorgaron la confianza, podríamos concluir que Rajoy es un derrotado por extensión del resultado de las elecciones gallegas.
P. ¿El PP les acusa de volver a pactar con independentistas y radicales?
R. El PP siempre utiliza la misma estrategia de catastrofismo. Llevamos un tiempo en el que el PP de Mariano Rajoy hace cada día méritos para perder las elecciones. Y una vez que pierden las elecciones, el mismo día o al día siguiente, el equipo de Rajoy, Zaplana y Acebes, deslegitiman el resultado electoral. Uno se pregunta cuándo el PP va a aceptar de buen grado el veredicto de las urnas. Estoy todavía esperando que reconozcan que han perdido el Gobierno de Galicia, por cierto, cosa que ha hecho el presidente de la Xunta, Manuel Fraga. El PP, cuando hay alternancia democrática, ve catástrofes. Yo siempre recuerdo cuando se discutía la Ley del Divorcio en nuestro país, la derecha decía que con la aprobación de esa ley se iba a romper la institución familiar, por cierto, lo están diciendo también estos días, y casualmente, es la propia derecha la que más utiliza en la actualidad esa ley.
P. ¿Cree usted que los resultados electorales gallegos tendrán efectos sobre la dirección nacional del PP?
R. Parece que no, que el triunvirato que forman Rajoy, Acebes y Zaplana que va cosechando grandes éxitos electorales, como ellos se encargan de poner de manifiesto cada vez que dan un traspiés en las urnas, mantienen su política radical de descalificación masiva. Si ellos creen que ésa es la estrategia más conveniente, pues que prosigan con ella. Mientras el PSOE vaya consiguiendo Gobiernos y avance posiciones, pues tengo que mostrar mi satisfacción.
P. ¿Asumirán ustedes un estatuto, como el catalán con un plan de financiación específico?
R. Hemos planteado que la financiación autonómica no se puede resolver de forma bilateral sino en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, que afecta a todos y tiene como función garantizar los mismos derechos y oportunidades para el conjunto de los ciudadanos del país. Reconociendo las necesidades de mejorar y perfeccionar el modelo de financiación autonómica, no aceptaríamos nunca un modelo que supusiera la quiebra de principios básicos que tienen que garantizar los derechos y servicios a los que me refería.
P. ¿Le preocupa que llegue una propuesta de Estatuto de Cataluña al Congreso con un modelo de financiación propio?
R. Cualquier cosa que emane de un Parlamento democrático, a mí no me preocupa. Pero una propuesta en los términos que usted formula tendría muchas dificultades para ser aprobada en el Parlamento de la nación.
P. ¿Cree usted que era necesario introducir en la resolución aprobada en el Congreso la posibilidad de abrir un diálogo con ETA?
R. Era una resolución que se había votado en otras ocasiones, formaba parte del Pacto de Ajuria Enea, del Acuerdo de Madrid. No era nada nuevo.
P. Pero ya estaba superada por el Pacto Antiterrorista, donde no hay referencias al diálogo.
R. Pero parece que es una resolución que responde a la lógica. Cuando haya un abandono definitivo de las armas, pues parece posible que se deba alcanzar algún tipo de acuerdo que cicatrice una herida que lleva demasiado tiempo abierta en este país.
P. ¿Era necesaria esa resolución?
R. Ha sido ampliamente respaldada por el conjunto de la Cámara.
P. Mucho menos que el Pacto Antiterrorista...
R. Sí, pero es que nadie ha cuestionado el Pacto Antiterrorista. Simplemente lo cuestiona quien no lo cumple.
P. Ese acuerdo de la Cámara es sin el 40% de la Cámara.
R. Porque el PP no quiso sumarse, tiene una estrategia muy clara que es utilizar el terrorismo como elemento de confrontación partidista.
P. A las víctimas del terrorismo, mayoritariamente, parece que no les gustó la resolución. ¿Le preocupa?
R. Como sabe bien, en las víctimas no hay unanimidad de criterio en relación con esa resolución. Nosotros trabajamos día a día para que la Asociación de Víctimas no tenga ni un afiliado más. Que no haya ningún muerto más en nuestro país, deteniendo a comandos y poniéndolos a disposición de la Justicia.
P. Usted justificó la nueva política de ofrecer diálogo a cambio del abandono definitivo de la violencia en que hay un nuevo marco con dos años sin muertos a manos de ETA. Pero los expertos mantienen que eso ocurrió por eficacia policial y puro azar.
R. Es un dato objetivo que puede ser fruto del azar, yo no lo dudo, o que puede ser una estrategia. O una mezcla de las dos cosas, pero en todo caso, en ningún momento el Gobierno bajó la guardia en estos 15 meses, se ha detenido a muchísimas personas y a la cúpula de ETA.
P. En los comités federales se nota alguna preocupación y discrepancia por la política territorial, con algunos reproches a las estrategias en Cataluña...
R. Si este partido no hablara un poco de la política territorial sería muy aburrido. El PSOE es el partido que más se parece a España, por esa realidad heterogénea de la que usted habla. No tendría sentido que tratáramos de uniformizar España, porque España no es uniforme. Por lo tanto, es normal que un partido que acepta la pluralidad y la diversidad de la sociedad, pues conviva y acepte la pluralidad y la diversidad de su organización.
P. Zapatero pidió a su partido que le dijera todo lo que el Gobierno hiciera mal. Adelante...
R. Nunca lo haré en público. A mí hay cosas que me gustan mucho del actual Gobierno y hay algunas cosas que me parece que son mejorables. Las que son mejorables las sabe el presidente.
P. ¿Se lo dice todos los lunes?
R. Bueno, mi comunicación con el presidente del Gobierno es bastante fluida.
P. ¿Cree que el resultado de las elecciones gallegas mejorará las relaciones con el PP?
R. Sería deseable que el PP entendiera que hay temas de interés general en los que es necesario dialogar y buscar puntos de encuentro. Resulta difícil, porque el PP no asimiló todavía que había perdido las elecciones, cree que es fruto de un calentón emocional de la noche del 13 de marzo y que no se correspondía con un malestar sobre una política autoritaria, antisocial, de falta de diálogo, que caracterizó la acción del Gobierno de Aznar. Espero que no necesiten perder más contundentemente otras elecciones para que recapaciten sobre su estrategia de oposición.
P. ¿Ustedes permitirían que uno de sus dirigentes políticos, como el presidente del PP en Castellón, Carlos Fabra, mantuviera el cargo con un expediente de la Agencia Tributaria por fraude fiscal si no hay sentencia firme?
R. Le garantizo que si yo estuviera al frente de la Secretaria de Organización del PSOE y hubiera un caso como ése, tan claro, después de los informes a los que hace referencia, no estaría en el PSOE en este momento. El PP ahora, ¡ahora!, ha cambiado su filosofía en relación a cómo abordar este tipo de situaciones. Eran muy exigentes con los demás y son absolutamente laxos con casos claros como el caso Fabra.
P. Acebes pide la dimisión del ministro del Interior, José Antonio Alonso, por la detención, supuestamente ilegal, de dos militantes del PP. ¿Qué opina?
R. Me preocupa que pida dimisiones quién tendría que estar interrogándose sobre su responsabilidad política en la gestión entre el 11 y el 14 de marzo. Y que además, era ministro del Interior. Y que sabe que hay miles de detenciones que una vez que actúa la Justicia quedan sin ningún tipo de cargo. Ése es el funcionamiento normal de un Estado de derecho.
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