Alonso recupera la vara de mando
El español logra la sexta 'pole position' de su carrera mientras Schumacher saldrá el tercero y Raikkonen, penalizado, el 13º
El crédito inagotable que se ha ganado a pulso Michael Schumacher contrasta con el escepticismo con el que a veces se mide a Fernando Alonso. Es la propensión cuando se confronta al heptacampeón mundial con uno de los aspirantes a sucederle. No importa que Alonso, que a finales de mes cumplirá 24 años, haya roto registros históricos. Este curso, desde algunos sectores, se le pone en cuarentena y se atribuye a una buena dosis de suerte la autoridad con la que domina el Campeonato del Mundo de la fórmula 1, con 22 puntos sobre Kimi Raikkonen y 25 sobre Schumacher. El periplo norteamericano, negativo para el español -se retiró en Montreal y no participó en el simulacro de carrera que ganó el alemán en Indianápolis-, anima a quienes le ponen reparos. Por eso, su pole position de ayer en Magny-Cours, la sexta de su carrera, le sirve para recuperar la vara de mando y la extraordinaria regularidad que le ha permitido acumular cuatro victorias, dos podios y un cuarto puesto en las siete primeras citas del año.
El líder del Mundial, contra el precedente: en 2004 partió también al frente y ganó el alemán
Es cierto que la competición ha experimentado un giro respecto a cuando parecía casi sentenciada y, tras la carrera de Nürburgring, Raikkonen estaba a 32 puntos de Alonso y Schumacher a 43. Dos después, en Francia, en el ecuador del Mundial, el germano amenaza con romper el mano a mano entre Alonso y Raikkonen. Enfrentados en el asfalto y fuera de él, porque Schumacher entiende que la retirada de las escuderías equipadas por Michelin en Indianápolis no se debió a un problema de seguridad, la carrera de hoy en Magny-Cours se presenta tan interesante como clarificadora.
Raikkonen logró el tercer mejor tiempo en la vuelta de clasificación, pero saldrá desde la 13ª posición de la parrilla como penalización por haber roto el viernes el motor de su McLaren. Schumacher, cuarto por detrás de Alonso, el italiano Trulli y el finlandés, partirá tercero. La situación es muy similar a la de 2004 en el circuito francés, aunque Alonso, que también logró entonces la pole, espera que no se repita lo que sucedió. Schumacher, con una estrategia de cuatro paradas en boxes, ganó por la mano al de Renault, que se detuvo tres veces.
Ahora, Alonso se muestra sorprendido por el mejor tiempo cosechado: "Confiaba más en hacer una buena carrera, saliendo cargado con gasolina y con una buena estrategia, que en lograr la pole. En los ensayos habíamos comprobado que los neumáticos nos iban muy bien a medida que pasaban las vueltas. Esto me da la posibilidad de ganar y también mucha confianza, especialmente por la ventaja que he obtenido en el último sector del trazado".
En esa zona, especialmente en la chicane (estrechamiento) previa a la recta de meta, bordeada por pianos altos a los que deben encaramarse los coches, es donde pueden verse seriamente dañadas las suspensiones si no se acierta con la trazada adecuada. Es un punto en el que se pueden marcar diferencias y Schumacher y el brasileño Rubens Barrichello perdieron ayer unas décimas de segundo que les impidieron superar a Alonso.
El asturiano alude a la conservación de la mecánica como uno de los aspectos que más le preocupan y aduce como prueba la rotura de motor de Raikkonen. Considera, pese a ello, que los McLaren serán sus principales rivales en la lucha por el triunfo y se muestra desconcertado por la actuación de los Ferrari, mucho menos rápidos en los ensayos que en la vuelta de clasificación.
Sospecha Alonso que los bólidos rojos cargaron muy poca gasolina, en contraste con lo que hizo él con su Renault. "Creo que seremos los últimos que pararemos en boxes, por si alguien podía poner en duda el valor real de la pole position que hemos logrado", dijo en una nueva insinuación del menoscabo con el que a veces se siente juzgado.
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