Chris Griffin, un superviviente de la 'era swing'
El pasado 21 de junio, Paul Griffin remitía un correo electrónico a los medios jazzísticos anunciando el fallecimiento de su padre, el trompetista Chris Griffin, 12 días después de serle diagnosticado un cáncer de páncreas. "Este hombre modesto, brillante, ingenioso y valiente, murió del modo en que vivió, tranquila y dignamente, y será recordado por los muchos que le quisieron y le admiraron". Griffin, uno de los últimos supervivientes de la era swing, contaba 89 años de edad.
Gordon Griffin nació en la localidad de Binghamton, Nueva York, el 31 de octubre del año 1915. La fama le vino como miembro de la orquesta de Benny Goodman entre los años 1936 a 1939, los de mayor éxito del clarinetista conocido como El Rey del Swing. Griffin pudo sentarse al lado de algunas de las mayores luminarias del swing, como el guitarrista Charlie Christian, el vibrafonista Lionel Hampton, el pianista Teddy Wilson o el baterista Gene Krupa.
A partir de enero de 1937, tuvo como compañeros de sección a Ziggy Elman y Harry James, con quienes integró la sección de trompetas más famosa en la historia del jazz, The Biting Brass. Griffin, cuyo estilo estaba inspirado en la forma de tocar melódica y delicada de Bix Beiderbecke, no sólo tuvo que competir con el ímpetu de los dos alumnos aventajados de Louis Armstrong, sino que tenía que vérselas con el carácter tanto más extrovertido de éstos. Era el muchacho de provincias buscando su sitio en la Gran Manzana al lado de quienes, para aquel entonces, eran ya dos grandes estrellas del espectáculo musical.
Inmune a las críticas, consiguió que en su ánimo no hicieran mella las comparaciones odiosas: "Ni busqué ni obtuve nunca demasiada publicidad". La música generada por los tres virtuosos trompetistas ha quedado registrada en una serie de grabaciones explosivas, consideradas entre los clásicos del periodo swing: Roll 'em, Life goes to a party, Sing, sing, sing... además, Griffin apareció en dos filmes de la época -The big broadcast of 1937 y Hollywood hotel- e intervino en el célebre concierto de Goodman, su orquesta e invitados, en el Carnegie Hall de Nueva York en el año 1938. La grabación del concierto, comercializada 12 años más tarde, es, todavía hoy, uno de los discos más vendidos en la historia del jazz.
La relación con el clarinetista terminó en septiembre de 1939, cuando, tras quedar su mujer en estado por tercera vez, decidió Griffin abandonar la orquesta y regresar a su trabajo oscuro como músico de estudio en la CBS.
En años sucesivos, su trompeta figurará en cientos de grabaciones junto a los nombres de Louis Armstrong, Tommy Dorsey, Ella Fitzgerald, Billie Holiday, Charlie Parker, Artie Shaw, Frank Sinatra, Sarah Vaughan...
Chris Griffin nunca regresó a la vida pública, sino tangencialmente, y a partir de su jubilación, siendo acompañado en sus raras apariciones sobre un escenario por algunos de sus discípulos de última hora. El fallecimiento de su mujer, Helen, en julio del año 2000, le llevó a un estado de depresión que sobrellevó ocupando su tiempo en dictar sus memorias.
Chris Griffin falleció el 18 junio en la localidad de Danbury, Connecticut. Sitting in with Chris Griffin: a reminiscence of radio and recording's golden years, la biografía del músico escrita por Warren W. Vaché, vio la luz apenas dos semanas antes. Por deseo del fallecido, sus cenizas han sido esparcidas en el estuario de Long Island.
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