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Detenida otra integrante de los atracadores que mataron al joyero

La policía descubrió al supuesto asesino del joyero porque usó su coche para huir tras los atracos

Un Seat León rojo fue la pista que siguió la policía para arrestar al supuesto ladrón que mató de un disparo a Antonio Sancho Arevalillo, un joyero de 54 años, en su establecimiento de Móstoles. Los investigadores iban tras el grupo en el que estaba Roberto C. F., Freddy, de 36 años, después de que, presuntamente, cometiera un atraco a una joyería el 25 de mayo en la calle del Pelícano (Carabanchel). Ayer se produjo la detención de una mujer en la capital, lo que eleva a cinco el número de arrestos por el caso. El gremio de joyeros agradeció a la policía la rápida detención de los sospechosos y pidió "una sentencia ejemplar" para evitar que se repitan este tipo de hechos criminales.

El robo de la joyería Sainero, en el número 31 de la calle del Pelícano (Carabanchel), fue el punto de arranque de las investigaciones por parte de la Sección de Delincuencia Internacional de la Jefatura Superior de Policía. Las pistas les llevaron hasta un Seat León rojo que estaba a nombre de Freddy y que los testigos vieron. Unos 15 días después, el grupo cometió el atraco de la joyería de Antonio Sancho, en la avenida de Felipe II de Móstoles.

El jefe de la Brigada Provincial de Policía Judicial, José Manuel Calleja, explicó que la operación no ha concluido y que puede haber detenciones en las próximas semanas. Ayer fue detenida en Madrid una mujer y fueron registrados dos pisos en las calles de Marianistas y Albares de la Ribera (Carabanchel).

Los arrestados llevaban documentación cubana y argentina falsificada, pero las pesquisas apuntan a que son de origen peruano y dominicano. La policía ha contactado con Europol e Interpol para determinar si los supuestos atracadores tienen algún delito pendiente en otros países. "Estamos acostumbrados a que este tipo de delitos [atracos a joyerías] los cometan colombianos o chilenos, pero también hay peruanos especialistas en hurtos y atracos", añadió Calleja.

Grupo con dos ramas

Los investigadores creen que las cinco detenciones han permitido la desarticulación de parte de un grupo delictivo dedicado al robo de joyerías, que consta de dos ramas. Algunos de sus integrantes, entre ellos, el supuesto asesino, podrían haber trabajado para ambas ramas. "Freddy también fue identificado a través del perfil, las características y los rasgos que nos fueron facilitados por sus víctimas. Tras ser sometido a una estrecha vigilancia, se pudo identificar al resto del grupo", comentó Calleja.

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Las detenciones comenzaron el pasado martes, cuando fueron arrestados tres de los integrantes del grupo en un piso de la llamada zona hispánica de L'Hospitalet del Llobregat. Los agentes interceptaron al día siguiente a Freddy cuando llegaba a Barcelona en un tren procedente de Madrid. En su equipaje llevaba algunas joyas que fueron robadas en el establecimiento de Móstoles, lo que demuestra su participación en el crimen. La policía también cree que participó en el robo de una frutería en mayo en Carabanchel y en el atraco el 16 de junio en la joyería-bisutería Alonso, en el número 15 de la calle de Joaquín Turina, también en el distrito de Carabanchel.

Los agentes han recuperado en los registros domiciliarios alhajas, teléfonos móviles y dos pistolas. Una es del calibre 7,65 y otra simulada y detonadora. Las joyas están siendo analizadas para determinar su origen. "Ha costado localizar a todo el grupo porque eran muy itinerantes y cambiaban frecuentemente de domicilio. Tras el homicidio de Móstoles se marcharon a Barcelona para ocultarse", añadió el jefe de la Policía Judicial.

Las declaraciones de algunos detenidos han imputado el homicidio del joyero a Freddy, pero éste ha negado su participación en los hechos. Los agentes no han recuperado la escopeta de cañones recortados con la que Sancho fue asesinado.

El secretario general del Gremio de Joyeros y Plateros de Madrid, Armando Rodríguez, agradeció al delegado del Gobierno, Constantino Méndez, y al jefe superior de Policía, Miguel Ángel Fernández Rancaño, la rápida detención de los supuestos asesinos. "Ahora sólo queda que haya una sentencia ejemplar. La familia tiene previsto personarse como acusación particular", añadió Rodríguez.

El delegado del Gobierno destacó "el esfuerzo, la celeridad y el éxito policial" al haber resuelto en tan sólo 20 días el crimen de Sancho Arevalillo. "La policía no siempre puede prevenir esta situación, pero sí puede solventar los hechos, y en esta ocasión lo ha hecho con gran eficacia y rapidez", comentó Méndez.

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