El ex jugador Miguel Fuentes presidirá la Real durante cinco años
Miguel Fuentes, que encabezaba la candidatura Denonerreala [La Real de todos, en euskera], es desde ayer el nuevo presidente de la Real Sociedad, en sustitución de José Luis Astiazaran, que llegó al cargo en 2001. Fuentes obtuvo 31.297 votos de los accionistas de la Real reunidos en el velódromo de Anoeta, frente a los 20.392 que cosechó el otro candidato, el agente de futbolistas Miguel Santos. Curiosamente, al ser listas abiertas, el ex futbolista Valery Karpin, que acudía con Miguel Santos en calidad de vicepresidente deportivo, obtuvo más votos que su jefe, 20. 456 frente a los 20.392 de Miguel Santos.
La elección de Miguel Fuentes, apoyado por los pesos pesados de la historia realistas (ex presidentes y ex futbolistas) significa una nueva afirmación de la cantera como sustento de un club que pasa por horas bajas económicamente. La presencia de Fuentes en la presidencia de la Real, supone la continuidad de José Mari Amorrortu como entrenador y la salida de Olabe como director deportivo, sustituido por Jesús Mari Zamora que, al provenir del anterior Consejo de Administración, recibió un pequeño voto de castigo al ser el antepenúltimo consejero con menos votos de la lista.
José Luis Astiazarán comunicó al filo de las 23 horas el resultado de una votación que estuvo marcada por el rumor de que el Athletic había fichado al lateral realista Zubiaurre, en lo que sería el acto final de un Consejo muy discutido. Astiazarán lo negó tajantemente, antes de anunciar el triunfo de Miguel Fuentes, pero el Athletic tiene anunciada una rueda de prensa sorprendente para hoy, con presencia del presidente Fernando Lamikiz y del director de Lezama, Txema Noriega.
Fuentes (40 años), 14 temporadas en al Real como jugador y socio hace tres años, tendrá como primer trabajo gestionar los aplazados traspasos de Nihat y Arteta para sanear unas cuentas que arrojan un déficit económico de entre 12 y 18 millones de euros. Será la patata caliente, antes de empezar a diseñar un club y un equipo demasiado sometido a los bandazos accidentales y con poca visión de futuro. La Real apostó ayer por las esencias.
