20.000 espectadores aclaman a Shakira y a Bunbury en el concierto de la MTV

Shakira, Bunbury, Simple Plan, Orishas, Pereza y El Sueño de Morfeo lograron llenar anoche la madrileña plaza de Las Ventas en el macroconcierto organizado por la cadena televisiva MTV. Como cada año, desde hace tres, la cita se ha consolidado como una de las imprescindibles al comienzo del verano. Las puertas abrieron a las seis y media de la tarde para acoger las largas colas que se habían producido desde primeras horas de la mañana. El festival se emitió en directo por la cadena organizadora y se prolongó hasta primeras horas de la madrugada de hoy.

Concebido como un gran programa musical de televisión en directo, el macroconcierto de anoche en Las Ventas transcurrió por los límites de lo sospechado.Un variado cartel juntó a cerca de 20.000 personas que habían agotado las entradas con varios días de antelación. Las propuestas eran golosas para hacer convivir durante unas horas tribus diferentes de amantes del pop al rock.La MTV no plantea ninguna pretensión canalla cuando concibe una velada con El Sueño de Morfeo, un grupo tirando a blando; Pereza, airados rockeros de barrio madrileño cuya radicalidad consiste en reivindicar la fiesta continua; los raperos cubano-parisinos Orishas; los canadienses Simple Plan; Bunbury y su freak show, y la colombiana Shakira, la estrella del momento en el universo latino femenino.

La caída del sol, además, proporcionaba al principio la calidez precisa para dejarse llevar por el entusiasmo de un público muy joven, las arengas de los presentadores de la cadena organizadora entre actuaciones y las conocidas melodías de cada artista. Placidez y sosiego que perduró durante toda la noche.

Rompió el hielo El Sueño de Morfeo, algo así como el grupo clónico de La Oreja de Van Gogh, que ya hizo las delicias del público en la edición del año pasado del MTV Day. Correcta y pelín apresurada, quizá por los nervios de verse en una así para un grupo aún inexperto, su participación se despidió con su conocida Nunca volverá, muy coreada por el público.

Le siguió Pereza, un grupo que va cuajando con solvencia y sabiduría. Es verdad que tanto talento rockero se diluye en canciones que sólo transmiten imágenes intrascendentes y deseos tan básicos, aunque sanos, como ligar, pasarlo bien, hacer el amor... Nada que objetar, al fin y al cabo, los sociólogos y psicólogos de masas ya han convenido últimamente que en estos tiempos la adolescencia se ha prolongado hasta los 30 años. Un detalle de calidad fue que los dos miembros de Pereza invitaron a subir al escenario a Iván Ferreiro, de los desaparecidos Piratas. Para que la cosa no decayera, Pereza continuó con Princesa, una de sus últimas canciones, incluida en su reciente disco Animales, que está llamada a convertirse en un himno generacional.

Welcome to my life fue la canción más aplaudida de Simple Plan, que actuaron después de que Orishas relevara a Pereza. Los cubanos se entregaron a esa propuesta ya conocida que arrima el son de su tierra a la métrica y cadencia del hip hop. Los de Canadá se llevaron el gato al agua con ese pop acelerado de estructuras rockeras. Después actuaría Bunbury y cerraría Shakira, acaso dos de los ganchos que la MTV había utilizado para atraer tanta gente a la plaza de toros de Madrid. La de Bunbury fue la propuesta más atrevida de la noche, al menos de la de mayor riesgo musical. Sin embargo, la breve actuación de Shakira arrancó los aplausos del público cuando interpretó las canciones de su último disco, Fijación oral.