No a cualquier precio
Como seguidor de la Fórmula 1 y enamorado de mi ciudad, considero un punto de prestigio que Bilbao se convierta por unos días en el centro del mundo automovilístico. Aunque no por encima de todo. Desde que el Ayuntamiento comenzó las obras para la carrera de las World Series del próximo mes, el aspecto del centro deja mucho que desear. Al gran número de accesos y calles cortadas hay que sumar el aumento de las dificultades, ya de por sí notables, para aparcar, las críticas de los vecinos, molestos por la falta de información, la ausencia de medidas contra el ruido, la desaparición de contenedores, la mayor suciedad, etcétera.
Las críticas de los bilbaínos están llenas de sentido común. La imagen de la ciudad y, sobre todo, la comodidad de los vecinos valen mucho más que cualquier evento automovilístico.