La realidad y el deseo

Acaban de inaugurarse con toda la pompa correspondiente las nuevas salas del remozado Archivo General de Indias. Para tal evento se desplazaron a Sevilla la ministra del ramo y demás personalidades.

Las obras, por su envergadura, se han dilatado en el tiempo, con lo cual el personal se regocija con el anunciado fin de las obras. Además de esto, el Gobierno ha aprobado un decreto por el que se crea el Patronato del Archivo de Indias que se constituyó el lunes 27 y en el que están presentes la consejera del ramo, el alcalde y rectores universitarios. El objetivo de este órgano, y cito palabras textuales, es "fomentar el acercamiento del Archivo a la sociedad y su conexión con la ciudad de Sevilla".

Bueno, ¿saben los sevillanos, andaluces, españoles, americanos, que el Archivo de Indias sólo abre sus puertas a los investigadores en horario de mañana y que por tanto un estudioso sevillano que dedique la mañana a la docencia u otro menester no puede investigar en los fondos del Archivo por la tarde? Tampoco puede ir por la tarde a estudiar, investigar, un historiador o estudiante que venga de cualquier parte de España, Europa o América, becado o sin becar, y que tendrá que dedicar sus tardes a pasear por esta ciudad llena de arte y cultura.

¿No es este tema más escandaloso que "los papeles de Salamanca", por los que se ha convocado hasta una gran manifestación? ¿Por qué el alcalde de la ciudad no pide en la primera reunión del nuevo Patronato del Archivo de Indias -para que se vincule más a la ciudad como dicen sus estatutos- que se abra el archivo en horario continuo de nueve de la mañana a nueve de la noche y así cumpla con su papel? Porque, si sus fondos son universales, generales, su horario no lo es. Es restrictivo y absurdo.

¿No es esto hacer política de la grande, unir la realidad y el deseo cernudianos.