El PP califica de "partidista" y "ridículo" el dictamen del 11-M

El Partido Popular calificó ayer de "ridículo" el dictamen de la comisión de investigación del 11-M -aprobado por todos los partidos menos el PP- y pidió que se siga investigando en el Congreso "para saber la verdad y qué esconde el PSOE". Vicente Martínez Pujalte, portavoz popular en la comisión, anunció que defenderá como voto particular la totalidad de su dictamen sobre la pesquisa. CiU e IU también presentaron ayer sus votos particulares, donde piden un pacto único contra los terrorismos islámico y etarra.

Martínez Pujalte expuso durante una rueda de prensa en el Congreso que el dictamen aprobado por la comisión "no responde a la verdad", sino que sólo recoge "las opiniones partidarias que el grupo mayoritario ya tenía el 11-M, cuando quiso rentabilizar electoralmente el atentado". A su juicio, la única línea del PSOE ha sido "ir contra el PP y no esclarecer la verdad".

El diputado popular insistió en la tesis de su partido de que el PSOE "no ha querido saber la verdad porque está mediatizado, ya que sabe que ganó las elecciones por el atentado". Martínez Pujalte se preguntó: "¿Por qué el PSOE no ha querido investigar?, ¿qué está escondiendo?". Entre lo que cree que se ha querido ocultar está la pesquisa sobre quiénes convocaron las manifestaciones del 13-M ante las sedes de su partido. "Dice el dictamen que fueron espontáneas. Con eso el informe se ridiculiza porque todo parece seráfico".

A la pregunta de que parecía ilógico que los socialistas quisieran ocultar algo que ocurrió bajo el mandato de José María Aznar (el PP dejó el poder a mediados de abril), respondió: "Lo hemos analizado todo y, después de verlo, usted me podría decir, 'oiga, que ustedes lo intentan ocultar', pero no es así, porque somos nosotros los que pedimos que se investigue y otros los que no quieren".

El PP presentará como voto particular, para su defensa en el pleno del jueves que viene, la totalidad de su propio dictamen, de 362 páginas. Según Martínez Pujalte, el encargado de esta defensa será su portavoz parlamentario, Eduardo Zaplana, a quien pretenden reprobar tres grupos políticos.

También ayer presentaron sus votos particulares Convergència i Unió (CiU) e Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya-Verds (IU-ICV). El de CiU es el único que contiene algo de autocrítica, al escribir que "siempre es más fácil" ver fallos, como la falta de coordinación policial, a toro pasado y al subrayar que, en la legislatura pasada, la falta de medios de las fuerzas de seguridad no fue un asunto de debate entre las fuerzas políticas.

CiU e IU coinciden en la necesidad de suscribir un nuevo pacto antiterrorista, que supere el actual firmado por socialistas y populares, que integre tanto el terrorismo etarra como el islamista. La formación de Gaspar Llamazares cree que todas las fuerzas políticas deberían poder participar en "ese único pacto resultante". CiU pide que ese nuevo acuerdo debe "superar el actual pacto y la crisis y división actualmente existente".

Convergència, además, pretende incluir cuatro nuevas recomendaciones, entre las que incluye la necesidad de "una reforma normativa en profundidad del Centro Nacional de Inteligencia".