Charles Gonzalés desentraña la muerte viva de Camille Claudel
El actor completará su trilogía con Teresa de Ávila y Sarah Kane
"Una muerta viva". Ése es el sentido que traslada sobre la escultora francesa el espectáculo Charles Gonzalés se convierte en Camille Claudel, que el actor francés estrena hoy en España, en el I Festival Internacional de las Artes de Castilla y León que se celebra en Salamanca. El actor decidió "actuar con Camille" cuando comenzaron a aparecer imágenes de mujeres musulmanas "encerradas detrás de sus burkas".
En el escenario, Charles Gonzalés se transmuta en la escultora francesa Camille Claudel (1864-1943), a la que ha presentado como "una mujer del siglo XX que intenta ser artista, con mucho tormento, es un siglo de hombres, machista en Francia, y será la primera mujer que intenta salir a la luz con su arte, y la pobre mujer termina en un manicomio durante 30 años, ¡30 años!, por la simple razón de ser una mujer". "Sería obsceno actuar con Camille, con Teresa de Ávila o con Sarah Kane", ha apuntado Gonzalés, "pero un actor puede ser la sombra, y puede ser como el cirujano que en el quirófano abre la barriga para ver cómo son esas mujeres: no me pongo en actor, y sí en cirujano de esas creadoras". En ese traslado de la desnudez interior de la mujer, el actor de origen español (su padre fue amigo de García Lorca) ha precisado: "Intento construir una vida que sea de sueño", pero a través de su locura, de su pasión, de la capacidad creadora envuelta en desesperación.
Al preparar su montaje, Charles Gonzalés bregó hasta que consiguió permiso para visitar las cuevas del manicomio de Montdevergues en el que permaneció encerrada Camille. "Encontré una caja, atada, pedí abrirla y ¡allí estaban todas las cartas de Camille Claudel que el hospital nunca envió a sus padres!". Por eso, con ese hallazgo, ha podido sumergirse en la intimidad de la mujer.
En ese proceso, Gonzalés ha enjuiciado con dureza al "gran escritor y muy católico Paul Claudel, que anunció por todos los lados que su hermana había muerto, y estaba encerrada en un manicomio" y que en su única carta dijo a su hermana que "Dios está contigo", e igualmente se ha mostrado duro con Rodin, el amante de Camille que la destruyó por celos de su capacidad creativa.
Charles Gonzalés plantea su entrañamiento en Camille como "el rito de una lucha para intentar saber lo que es la luz, el sentido de la vida, y esto me permite sentir cosas muy íntimas entre esa mujer y yo".
La obra que hoy se estrena en Salamanca abre una trilogía sobre mujeres relevantes para el actor: Teresa de Ávila y la autora británica Sarah Kane se suman a la escultora gala. Para él, Camille Claudel es el teatro de la emoción; Teresa de Ávila, el de la espiritualidad, y Sarah Kane, el de la crueldad.
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