Los partidos acuerdan empezar la elaboración de un texto articulado del Estatuto en julio

Los cuatro grupos parlamentarios (PSOE, PP, IU y PA) acordaron ayer por asentimiento empezar a elaborar, a partir del mes de julio, un texto articulado de la proposición de ley de reforma del Estatuto de Autonomía de Andalucía, aunque no se impusieron una fecha fija de terminación. Así se aprobó ayer en la Comisión de Desarrollo Estatutario del Parlamento, en donde, por primera vez, se pudo oír con total nitidez al PP reclamar un esfuerzo común para "convencer de la importancia y de la necesidad de la reforma" estatutaria.

El PP ha venido manteniendo que la modificación de la norma andaluza no es necesaria, una posición que ha repetido desde que el presidente de la Junta, Manuel Chaves, apuntó en junio de 2001 la posibilidad de cambiar el Estatuto.

El acuerdo alcanzado ayer por unanimidad en comisión consta de tres puntos: mandatar a la ponencia para que siga trabajando teniendo "como punto de partida" el informe elaborado en las 12 reuniones celebradas; habilitar el mes de julio para continuar los trabajos; y "expresar la voluntad" para que esta fase culmine con un texto articulado para la elaboración de una proposición de ley de reforma del Estatuto.

Por primera vez desde que empezaron las discusiones, los portavoces pudieron valorar el informe de 84 páginas, fruto de la docena de reuniones celebradas, en el que se recogen los acuerdos y las diferencias y observaciones de cada grupo. PSOE y PP fueron los únicos que se atuvieron al guión.

El portavoz socialista, Manuel Gracia, calificó de "muy alto" el nivel de acuerdo y dijo sentirse "anonadado" por las enfáticas palabras del popular Antonio Sanz, quien expresó su "convicción" de que al final se producirá un acuerdo. Gracia destacó los aspectos en los que todos coinciden, frente a las discrepancias. A modo de declaración de principios afirmó que el único límite es la Constitución y la jurisprudencia constitucional, garantizar la igualdad y la solidaridad como el 28 de febrero y defender el máximo techo competencial.

Dicho esto, Gracia aseguró que su grupo persigue el mismo grado de consenso que el alcanzado con el Estatuto actual y advirtió: "Nadie debe erigirse en gendarme de las posiciones de los demás ni tampoco poner chinitas en el camino o intentar frenar el proceso".

Estas palabras respondían de alguna manera a las del portavoz del PP, Antonio Sanz. Por primera vez se pudo escuchar al popular "ensalzar el avance" de los trabajos, calificar la reforma como "una gran oportunidad de futuro" para adaptar el Estatuto al siglo XXI, mostrar la "voluntad sincera" del PP de alcanzar el consenso y reclamar un "esfuerzo común para convencer de la importancia y la necesidad de la reforma".

A renglón seguido y tras reconocer "avances importante", puso el acento en las discrepancias sobre todo en la definición de la comunidad como "nación", como defienden PA e IU, por lo que pidió al PSOE un "pronunciamiento claro" al respecto y "un nuevo espíritu más sincero, abierto y receptivo a las propuestas de la oposición". Sanz abogó por trabajar "sin prisas" y sin que "desde fuera" se le marque los ritmos y los plazos a la ponencia.

La intervención del portavoz de IU, Antonio Romero, fue una especie de batiburrillo en el que mezcló el programa electoral de IU, presuntos chistes y juegos de palabra ingeniosos y deseos sobre el resultado final de las elecciones gallegas. Entre medias dejó constancia de su "valoración positiva" de los trabajos y recordó al PSOE que con 65 diputados es posible sacar un Estatuto progresista.

Los comisionados tampoco siguieron con mucho interés -los parlamentarios hablaron mucho entre sí- al andalucista Ildefonso Dell'Olmo, quien consideró "imprescindible" un grupo de expertos que elabore las bases del nuevo Estatuto. También proclamó que "Andalucía es una nación".