Satélites y móviles controlarán el peaje a la carta que implantará el Reino Unido
El sistema, previsto para 2015, se basa en cuadricular digitalmente el territorio y controlar cuando un vehículo cruza una línea de esta frontera virtual -El sistema europeo Galileo daría las coordenadas de cada coche
El Gobierno británico está dispuesto a utilizar tecnología punta para reducir el ya congestionado tráfico de la isla, que amenaza con bloquearla totalmente si aumenta al mismo ritmo que en los últimos tiempos.
Hace años que el Ministerio de Transportes da vueltas al problema. Las carreteras británicas son las más colapsadas de Europa, seguidas de las españolas, pero ha sido a principios de este mes cuando su titular, Alistair Darling, ha ofrecido una solución radical: imponer un peaje por circular en todas las carreteras y autopistas, con una tarifa variable en función del tramo y de la hora. El precio no sería barato, porque iría desde el equivalente a tres céntimos de euro por kilómetro hasta dos euros por kilómetro en los tramos más congestionados a la hora punta.
El ministerio reconoce que la infraestructura y tecnología necesaria para implantar el peaje a la carta no está aún disponible, pero está convencido de su viabilidad para 2015, que es cuando se quiere poner en marcha. El sistema, a falta de concretar detalles, se basaría en cuadricular todo el territorio. En cada cuadrícula habría un tramo de carretera, y cuando un vehículo la cruzara se enviaría un mensaje a un centro de control, que cobraría según el lugar y el momento. Haría falta que cada vehículo llevara un localizador que determinara su posición mediante satélite y un emisor que informara de sus datos a una antena receptora, previsiblemente de telefonía móvil.
El sistema que se quiere implantar en el Reino Unido es muy complejo porque se quiere cubrir todo el territorio y todos los vehículos. Pero, desde un punto de vista tecnológico y pensando a 10 años vista, no plantea grandes dificultades, indica Xavier Castells, director técnico del Real Automóvil Club de Cataluña (RACC).
En la actualidad, muchas flotas de vehículos de transporte y de asistencia ya están permanentemente localizadas en Europa para gestionarlas adecuadamente, y se les pueden enviar mensajes interactivos para cambios de ruta o de incidencias. Desde principios de año, todos los camiones que circulan por las autopistas alemanas, sean o no alemanes, están obligados a llevar un localizador propio o alquilado y abonar un peaje dinámico, en función de los kilómetros recorridos.
Un sistema viable, pronto
Fernando Martínez Ciriano, experto en localización y responsable de desarrollo de nuevos negocios de Telefónica Móviles, también considera que un peaje a la carta como el que se quiere implantar en el Reino Unido no sería factible de modo inmediato, pero totalmente viable dentro de muy pocos años. En su opinión, el envío de mensajes y los asuntos de gestión y facturación de los peajes a la carta son sencillos de resolver. Mucho más problemático, a su juicio, es poner a punto el sistema para evitar fraudes, cobros indebidos y, sobre todo, explicar las ventajas del sistema. "Es vital que el sistema sea comunicado adecuadamente", señala.
El Ministerio de Transportes británico y los especialistas están de acuerdo en que la clave para evitar el caos circulatorio dentro de pocos años está en explicar bien el asunto a la opinión pública y que su afán no es recaudatorio, sino que se persigue el bien común. Por eso, el ministerio ha sugerido que lo que se cobrara con los peajes se deduciría del impuesto del carburante, que bajaría en una proporción similar.
Con peajes elevados en zonas conflictivas se reducirían los atascos o, al menos, se trasladaría tráfico a vías secundarias. Se da por descontado, de todas formas, que los colectivos y personas más perjudicadas mostrarán un firme rechazo al peaje a la carta.
Por ello, el ministerio lanza ahora el debate y en su sitio de Internet dispone de amplios informes sobre la viabilidad del cobro en las carreteras del Reino Unido, la gestión de las carreteras y el futuro del transporte. El informe de viabilidad señala que con el peaje de las carreteras se conseguiría una reducción del 40% de los atascos con sólo el 4% menos de coches.
El debate británico coincide con la intención de la Comisión Europea, en el cuadro del programa comunitario e-call, de que todos los vehículos dispongan hacia 2010 de un aparato que incluya un navegador por satélite y una tarjeta de telefonía móvil. En caso de accidente, se llamaría automáticamente al teléfono de emergencia y se podría enviar con urgencia una ambulancia.
Hace unos meses se realizó en España una prueba piloto del sistema con varios coches de distintos países y se demostró su viabilidad técnica. Los fabricantes de automóviles están dispuestos, en principio, a incluir el navegador con la tarjeta de telefonía móvil en los vehículos nuevos a partir de 2010, fecha en que ya estaría en marcha el sistema de localización por satélite europeo Galileo.
Las operadoras de telefonía móvil son reticentes, por su coste, a hacerse cargo del funcionamiento de la tarjeta móvil de los vehículos, pero también les abre un amplio abanico de servicios y de facturación añadida, con lo que se podría llegar a un acuerdo.
Aunque el proyecto británico no menciona el tipo de satélite, se da por descontado que utilizaría el futuro sistema europeo Galileo, que ahora está en su fase final de aprobación del consorcio que lo construirá. Los satélites Galileo cubrirán el espacio europeo y darán las coordenadas con gran fiabilidad. El sistema Galileo está pensado para uso civil y será de pago, al contrario que el sistema estadounidense GPS, que es gratuito.
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