Ser mujer y empresaria en el mundo árabe

Acabar con estereotipos como el que asigna a la mujer árabe un rol eminentemente familiar impuesto por interpretaciones estrictas del Corán fue uno de los objetivos de las participantes en la primera jornada del Encuentro de Mujeres Empresarias Euroárabes que se celebra en paralelo a la Feria Comercial en la sede de Cajagranada. El 15% de la actividad económica de esos países lo generan mujeres, según explicó ayer la secretaria general de Políticas de Igualdad, Soledad Murillo, un porcentaje que no se aleja mucho del 35% de España.

Sheija Hissa Al Abdullah, presidenta del Consejo de Mujeres de Negocios Árabes (una unión de asociaciones de empresarias de varios países) y princesa de Kuwait aseguró que, en zonas como el Golfo Pérsico, la discriminación de la mujer como emprendedora se reduce de forma significativa gracias al apoyo de los gobiernos. Al Abdullah trató de igualar las dificultades de las empresarias en Europa y los países árabes. "Tenemos algunas diferencias culturales, pero la condición de ser mujer es el principal obstáculo con el que nos encontramos", dijo a Efe la presidenta del consejo de empresarias, que consideró que los problemas de las emprendedoras son mayores en países del norte de África como Egipto, Marruecos o Argelia, menos desarrollados económicamente que los del Golfo.

En la misma línea se expresó Leyla Jayat, empresaria tunecina y presidenta de la Asociación Mundial de Mujeres de Negocios. "La mujer árabe y la musulmana siempre ha estado activa, incluso en las situaciones de pobreza o de guerra. Siempre ha sacado adelante el trabajo doméstico y familiar, el más duro que existe", dijo Jayat. La emprendedora aseguró que el progreso de las mujeres en estos países se ralentizó hace ahora 20 años "debido a interpretaciones rigoristas y absurdas del Corán". "Desde 1990 aproximadamente, la situación ha cambiado mucho", prosiguió. "Los gobiernos de nuestros países se dieron cuenta de que no pueden permitirse prescindir de la mitad de la población". En 1998 sólo Túnez formaba parte de la Asociación Mundial de Mujeres de Negocios. Ahora, otros diez países árabes son miembros, y otros diez son candidatos a la adhesión.

"Las mujeres empresarias gozan ahora de un nuevo impulso", señaló Jayat. "Muchas están formadas en gestión y controlan las nuevas tecnologías de la información". "Sus dificultades son las que puede tener cualquier mujer en cualquier país del mundo", continuó. "Si no existieran problemas de financiación no nos tendríamos que asociar", añadió la empresaria, que circunscribió las dificultades religiosas a un solo país: Arabia Saudí.

El encuentro de mujeres empresarias continuará hoy con la presencia de Sabah Chraibi, presidenta de la asociación ESPOD, y Helene Rang, directora de publicaciones del Forum del Próximo y Medio Oriente, que discutirán por la mañana sobre la globalización y su influencia en la transformación del liderazgo empresarial. El programa se completará con la mesa redonda titulada Mujeres empresarias y su papel en el desarrollo económico, en la que participarán la presidenta de la asociación de empresarias de Dubai, la de mujeres autónomas de la Comunidad de Madrid y la directora de la Cámara de Comercio de Damasco (Siria).