El as caribeño del 'Alinghi'

La "ironía fina", según un empleado del velero suizo Alinghi, caracteriza al patrón del vigente campeón de la Copa del América, Peter Holmberg, nacido en una pequeña isla caribeña, Saint Thomas (Islas Vírgenes). Casado con una portorriqueña, Holmberg, de 44 años de edad, ganó la medalla de plata en la clase finn de los Juegos Olímpicos de Seúl 88, en los que fue derrotado por José Luis Doreste. Curiosamente, John Cutler, actual director técnico del Desafío Español, atrapó la de bronce.

Holmberg, el único medallista olímpico de su país, se curtió en la modalidad finn, gran cantera de navegantes de la Copa del América. En esta clase, individual, han obtenido medallas de oro Russell Coutts (Los Ángeles 84), ganador de las tres últimas ediciones de la competición más antigua de cuantas se disputan. Pero también el alemán Jochen Schuemann (Montreal 76), ahora director deportivo del Alinghi, o los británicos Ian Percey (Sidney 2000) y Ben Ainslie (Atenas 2004), del +39 y el New Zealand, respectivamente. Otros grandes, como el australiano John Bertrand, que les arrebató a los estadounidenses la jarra de las 100 guineas en 1983, consiguió el bronce en los Juegos de Montreal.

"En la clase finn", explica el andaluz Rafa Trujillo, que ganó la plata en Atenas, "tu primer rival es el barco, que debes controlar tú solo. Es una modalidad muy dura. Hay que ser muy fuerte tanto física como mentalmente. No es casualidad que algunos de los grandes de la Copa del América hayan pasado por la finn". Doreste discrepa: "Los regatistas navegan durante su carrera en muchos tipos de barcos. Creo que hay mucho de casualidad".

Doreste conoció a Holmberg en Montreal antes de la regata decisiva. "Me confesó que no había dormido en toda la noche", cuenta el español, "debido a los nervios. La verdad es que su evolución me sorprende porque era un tipo muy nervioso y en la Copa del América, a la caña, hay que ser muy frío".

Holmberg ha cubierto con éxito en el Alinghi la baja de Coutts. De hecho, la victoria del equipo suizo en la primera liga puntuable de la Copa del América, concluida ayer en aguas de Valencia, ha sido incuestionable: se ha impuesto a sus 11 rivales. "Nuestro éxito", asegura Holmberg, "es tener varias tripulaciones muy fuertes para competir entre nosotros y superarnos".