En Marruecos se pinta en español

Aunque son pueblos vecinos, marroquíes y españoles no igualan en gustos. En cuestión de colores, por ejemplo, los marroquíes los prefieren brillantes; los españoles, en cambio, apuestan por los mates y satinados. Y si se trata de pinturas, los vecinos del sur eligen siempre las que son más espesas y viscosas con el fin de poder echarle agua y agua... "Creen que así rinden más", explica José Espinosa, director de Pinturas Eurotex, una empresa sevillana que hace diez años apostó por el mercado marroquí. "Los españoles, sin embargo, quieren que el bote esté listo para abrir y pintar; y que la pintura tenga, sobre todo, calidad", concluye Espinosa.

Reflexiones como ésta -"hechas a posteriori, lógicamente", matiza este joven de 31 años, diplomado en Ciencias Empresariales por la Universidad Hispalense-, son las que permitieron a Eurotex Maroc solventar los problemas con los que se encontró a partir de la llegada de la empresa al país magrebí, en 1994; de hecho, sus dueños sevillanos tardaron dos años en asimilar su fracaso inicial. "Entonces era obligatorio tener un socio marroquí aunque el capital fuese español al 100%; éste, además, asumía la dirección. Eso nos llevó al colapso; prácticamente hubo que empezar de cero otra vez", recuerda Espinosa, que lleva en Marruecos desde 2000 dirigiendo la empresa filial.

Eurotex Maroc fabricó en el pasado ejercicio dos millones de litros de pintura

Ahora, "tras mucha paciencia y un complejo proceso de aprendizaje y adaptación al país", subraya el director de Eurotex Maroc, "nos hemos convertido en uno de las más importantes fabricantes del sector. De hecho, somos la única compañía extranjera que su producción la hace aquí, aunque la materia prima, por razones de calidad y de costes, proceda en un 65% de España", dice.

Eurotex Maroc fabricó en el pasado ejercicio dos millones de litros de pintura, destinada, prácticamente en su totalidad, al mercado de aquí. La impermeabilización de paredes y la protección de la madera son sus fuertes; los dos frentes en los que esta empresa sevillana compite con éxito. "Ofrecemos productos de calidad; por eso nuestros clientes proceden de las clases sociales más altas. No podemos competir con los cientos de fabricantes artesanales que ofertan pinturas a precios muy bajos y de ínfimo resultado... Luego, ya se sabe, a la larga éstas terminan saliendo más caras", explica Espinosa. La filial que dirige facturó el año pasado 3,5 millones de euros, aunque el total de la empresa, Pinturas Eurotex, SA (que fundamentalmente fabrica y vende en España), fue de 24 millones de euros; un 15% más que en 2003.

En Tánger cuenta con 18 empleados que trabajan ocho horas diarias. Cuenta, asimismo, con media docena de comerciales que visitan a los 450 clientes que la empresa tiene aquí, en el norte (Tetuán, Tánger, Chauen, Larache...), algunas zonas fronterizas de Argelia, y en Rabat y Casablanca, las dos ciudades que vertebran política y económicamente a Marruecos. Precisamente en Rabat acaban de abrir una tienda en régimen de franquicia y, en Casablanca, Eurotex ha invertido tres millones de euros en una segunda fábrica, a punto de inaugurarse, que tendrá una capacidad de producción anual de 12 millones de litros de pintura y barnices.

Pero Eurotex es algo más que una aventura empresarial en Marruecos. El empresario Cándido Rubio la fundó en 1981 a partir de la tienda que abrió para la comercialización de pinturas en El Viso del Alcor (Sevilla). Hoy sus instalaciones en el Polígono Industrial Santa Isabel de aquella localidad ocupan más de 33.000 metros cuadrados, con una capacidad de producción de pintura, al día, de 150.000 litros. En el ejercicio de 2004 Eurotex facturó un 15% más que en el ejercicio anterior, previéndose para este año un incremento aún superior; en torno al 20%. Para ello, Eurotex cuenta con una plantilla global de 240 empleados y 67 tiendas (31 propias y 36 son franquicias) repartidas por las principales ciudades de España.

Según Espinosa, parte del éxito está en los colores "exclusivos" que ofertan y en la calidad de los mismos, además de que le prestan, asegura, una atención inmediata a las modas y a los gustos de la población. Pero la empresa Eurotex argumenta, también, que este rápido crecimiento experimentado en apenas dos décadas, se debe a la profesionalización de su red de ventas y a la fuerte inversión realizada para reducir gastos.

Sea como fuere, en Tánger la empresa marcha viento en popa. Eso sí, han necesitado media docena de años para "salir del túnel", dice Espinosa, "y pillarle el punto a este país que, por otra parte", insiste, "nunca acabas de entenderlo". ¿Problemas? "Los de siempre: los impagados, la lentitud de la justicia... A cambio, en los cinco años que llevo yo aquí he visto como el país avanzaba; ahora hay más limpieza, mejores comunicaciones, se está modernizando la Administración...". Espinosa anima al empresariado andaluz a que venga e invierta en Marruecos. "Eso sí, debe tener muy claro qué negocio quiere emprender y seleccionar muy bien -¡pero que muy bien!- el socio marroquí con el que va a trabajar".