"Arenas sabe que tiene fecha de caducidad"

Gaspar Zarrías (Madrid, 1955) opina que hay que intentar "recomponer" el diálogo con las fuerzas políticas y espera que el líder del PP andaluz, Javier Arenas, sea sincero cuando promete que acuerdo en el Estatuto.

Pregunta ¿Por qué han cometido tantos errores para constituir el Consejo Audiovisual?

Respuesta. Este proceso no ha sido modélico, pero los que nos jugábamos era que un grupo no tenga la capacidad de vetar, de manera torticera, la creación de un órgano. Y ante eso tuvimos que dar pasos que en condiciones normales no se hubieran dado, pero estuvimos abocados porque si no ganaba aquél que en su estrategia lo que trata es de deslegitimar las instituciones o intentar que éstas no nazcan.

"Son más los aciertos que los errores que en un momento dado se puedan cometer"

"El PP no ha sido capaz de plantear ninguna iniciativa constructiva, alternativa"

P. Algunos le responsabilizan a usted del fiasco, primero con la propuesta de un productor de televisión para un órgano que debe controlar el sector y segundo con la del andalucista Javier Aroca.

R. En el PSOE ese tipo de decisiones se toman de forma colegiada y yo me hago responsable de la cuota parte de esa decisión.

P. ¿Quién hace llegar el nombre de Javier Aroca al PSOE?

R. El nombre de Aroca se plantea cuando el PA renuncia a la propuesta que tenía y entendemos que en el Consejo Audiovisual debe estar representado todo el espectro ideológico del Parlamento. Ése es el momento en el que se plantea y se le pide a Aroca su conformidad.

P. ¿Pero quién lo plantea?

R. Me lo sugirió Juan Carlos Soriano [ex secretario de Organización del PA] y fui yo quien puso el nombre sobre la mesa, porque pensaba que reunía los requisitos, conocía su capacidad de trabajo y que cubría el perfil. No había otro ánimo en esa propuesta nada más de que el Consejo se constituyera y estuviera todo el abanico ideológico del Parlamento.

P. Es difícil creer que no hubieran calculado esa propuesta. Aroca era del sector crítico y el grupo andalucista está dividido.

R. Sería un análisis muy simplista pensar que la situación por la que atraviesa el PA se debe a que Aroca estuviera incluido en una propuesta que se hace para la formación del Consejo. El tema del PA es más de fondo, que evidentemente deben resolver ellos. Estoy convencido de que el PA ha llegado en la situación que ha llegado hasta ese momento porque durante ocho años ha gobernado con el PSOE en Andalucía. Y los ciudadanos han visto que el PA es útil. Los dos únicos partidos que el 14 de marzo subieron en votos fueron el PA y el PSOE. Me parece un análisis muy simple el que alguien pueda pensar que la situación que vive el PA se deba a la inclusión de Aroca.

P. La dirección andalucista ha decidido separarse lo máximo que pueda del PSOE. ¿Cree que reniega de esos años en coalición?

R. Yo creo que los ciudadanos priman y premian la utilidad y esa etapa de cogobernar en Andalucía del PA los ciudadanos lo ven positivo. ¿Que tras los congresos del PA ha girado esa estrategia? Pues..., bueno, si alguien cree que el PA va sacar menos apoyo ciudadano colaborando con el PSOE en un gobierno de progreso que siendo la muleta de la derecha en algunos otros lugares, me parece que están equivocados y a los datos me remito. Esa etapa no ha sido negativa para el PA ni para el PSOE y lo más importante no ha sido negativa para Andalucía.

P. Las relaciones de comunicación con los partidos, salvo con IU, están rotas. Es algo bastante sorprendente.

R. Nosotros empezamos la legislatura con una estrategia bastante clara: queríamos cumplir el programa electoral, el diseño de la segunda modernización, y reformar el Estatuto. Entendemos que la mayoría absoluta no es un cheque en blanco y en consonancia vamos a buscar el acuerdo. Se ha firmado el séptimo acuerdo de concertación, hemos abierto una vía de diálogo con el Gobierno central y los resultados están ahí, y hemos puesto en marcha la mesa de concertación local y planteamos un acuerdo de calado como es el del impulso democrático. En ese devenir nos encontramos que PA e IU mantienen sus compromisos y con un PP que entra en una estrategia distinta de cuanto peor mejor que llevaba claramente definida y que no era posible ningún tipo de acuerdo. Es cierto que hay un diálogo dificultoso entre el PP y el Gobierno del PSOE, pero la carga de la prueba de esa circunstancia no hay que achacársela al Gobierno sino al PP.

P. ¿Cree que Arenas quiere un trato diferenciado como jefe del principal partido de la oposición y busca entrevistas periódicas con el presidente?

R. El presidente de la Junta es de las personas más abiertas a hablar con todo el mundo las veces que haga falta.

P. Pues desde noviembre no hay ninguna reunión. ¿Está previsto convocarla?

R. Habrá que aprovechar el entorno del debate de la comunidad, para de alguna forma intentar recomponer el diálogo con las fuerzas políticas. Pero nos encontramos frente a una estrategia que va dirigida a todo lo contrario. Es absolutamente legítimo pretender ganar las elecciones, pero hay gente que se ha planteado otro objetivo: el acabar con Chaves y el PSOE. Si no ¿cómo se entiende ese intento de crispar artificialmente la vida política de Andalucía? Yo entiendo la situación de Arenas y valoro el esfuerzo de una persona que viene a Andalucía después de haber perdido unas elecciones, que recorre de una forma alocada pueblos y ciudades, disparando contra todo lo que se mueve para evitar que el PP caiga aún más de lo que cayó el 14-M. Pero esa estrategia ha fracasado, el PP no ha sido capaz de plantear ninguna iniciativa constructiva, ninguna alternativa y hoy es innegable que en el PP son menos y se llevan peor. Luego hay otra prueba del fracaso de Arenas y es este enésimo intento de travestir a la derecha para intentar confundir a la opinión pública. El cambiarle el nombre al partido es el fracaso más evidente de que la marca PP está depreciada y devaluada.

P. El PP habla de una coincidencia del 90% con el PSOE en el Estatuto.

R. La derecha siempre se ha movido mal en el Estatuto, porque tiene el pecado original. Ellos hicieron todo lo posible para que Andalucía no tuviera una autonomía de primera. Cuando se inició el proceso vimos una oposición frontal del PP. Los últimos acontecimientos, ajenos a la estrategia diseñada por Arenas, como es el debate en Cataluña, Canaria y, sobre todo, tras el acuerdo de Valencia, se queda en tierra de nadie. Parece que rectifica y habla de un 90% de coincidencias. Nos parece bien. Vamos a intentar que llegue al 100%.

P. ¿Es real ese nivel?

R. Creo que sí, pero vemos como la mala conciencia le obliga a un discurso ambiguo. Él habla de que no permitirá que Andalucía tenga menos competencias que otras. A priori estamos de acuerdo, pero a renglón seguido de ese discurso grandilocuente plantea cuestiones que van en la línea contraria. Nunca hemos oído a Arenas una idea que vaya en la línea de que Andalucía goce de mayor autogobierno. No obstante, nuestro interés es buscar el acuerdo y espero que hagamos un Estatuto que valga para Andalucía, sin tener que parecerse al de nadie.

P. A ustedes el Estatuto valenciano no les entusiasma.

R. Tiene una serie de carencias, pero es el que han querido los valencianos. No define el régimen de competencias de manera exhaustiva, ni el marco de relaciones y de estar en la toma de decisiones de las comunidades en el Estado y deja muy en el aire la participación en los foros europeos. Eso no es criticable, sino que simplemente cada Estatuto tendrá que albergar lo más útil que considere para su comunidad, sin hacer fotocopias.

P. Cuando Arenas dice "Va a haber pacto en el Estatuto" ¿se lo cree?

R. Espero que sí, aun conociendo su comportamiento político. Tras los últimos acontecimientos el margen de maniobra de Arenas se ha estrechado bastante. Además, creo que es consciente de que el tiempo se le acaba, de que tiene fecha de caducidad, de que las elecciones de 2008 son para él claves. Él sabe que se va a enfrentar por tercera vez a Chaves y, casi con toda seguridad, sabe que va a ser la tercera vez que pierda con Chaves.