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Reportaje:PARA NIÑOS

A saltos por el tiempo

Peñafiel, en Valladolid, descubre la vida cotidiana del pasado

La puerta se abre sigilosamente, aunque sólo se ve aparecer una mano que indica a los visitantes que ya pueden entrar en la Casa de la Ribera, en Peñafiel. Los pequeños viajeros pasan al interior casi a hurtadillas, atendiendo a las instrucciones de la guía, María del Carmen Sinovas, que les ruega silencio, y mira un poco asustada a todos lados, hasta que susurra: "Aquí viven Mariano y Tomasa... y no les gusta recibir extraños, si os mantenéis callados os podré enseñar la casa y todas sus dependencias". Los niños están en el zaguán de una vivienda típica de la ribera del Duero allá por el año 1900.

La taberna y las alcobas

Los pequeños se convierten en guerreros y alfareros vacceos; en inesperados huéspedes de una casa tradicional de principios del siglo XX, y en conquistadores de un gran castillo medieval.

"Aquí, tras esta puerta, está la taberna, donde venían los parroquianos a beber vino o aguardiente mientras comentaban los precios del trigo o de la uva. Se vendía aceite, legumbres, bacalao, y, como las mujeres y los niños tenían prohibida la entrada en las cantinas desde tiempos de Carlos III, se asomaban por el ventano para comprar...". Lo mejor será subir al piso de arriba, donde están la sala y las alcobas con su palanganero, el brasero para calentar las camas, el orinal, las tabas, la peonza y demás juguetes de los niños. "¿Qué hacen estas personas aquí? Tienen cara de mucho soplar y poco echar", increpa Tomasa, la dueña de la casa. Los aventureros van de susto en susto, no es fácil entrar de fisgones en casa ajena y con unos dueños tan cascarrabias, pero vale la pena.

Más allá está la cocina, la plancha de vapor, el molinillo de café, los cántaros para buscar agua en el río, los platos de cerámica remendados con grapas de metal. En el desván o sobrao se explica la forma de construir: los cimientos de piedra, el esqueleto de madera y las paredes de adobe. En el patio se visita la cuadra, con aperos de labranza, azadones, trillos. Y en el lagar, Mariano explica cómo elabora el vino.

La despedida se hace a lo grande, con pastas horneadas en el horno de Tomasa, que Mariano acompaña con vino para los mayores y mosto para los pequeños. Más tarde, en uno de los edificios de la plaza del Coso, es hora de visitar el Aula Arqueológica de Pintia, en la que se recrea la forma de vida de los vacceos, que se establecieron en estas tierras entre los siglos IV y I antes de Cristo. Los pequeños se disfrazan de guerreros, portando las armas y la vestimenta vaccea, ponen en funcionamiento un alfar con el que este pueblo realizaba la cerámica o trituran el trigo con un rudimentario molino, entre otras actividades didácticas.

Otra opción para completar la excursión es subir al castillo, una imponente fortaleza de los siglos X y XI que domina el horizonte desde lo alto de un cerro. En el patio sur está clavado el cubo de acero y madera que alberga el Museo Provincial del Vino, una estructura autónoma obra del arquitecto Roberto Valle que se encaja con limpieza entre los muros y que propone en su interior un recorrido por la historia y los procesos de obtención de los preciados caldos de la zona.

El castillo de Peñafiel, construido en los siglos X y XI, domina los campos de esta zona vitivinícola de la Ribera del Duero y alberga el Museo Provincial del Vino.
El castillo de Peñafiel, construido en los siglos X y XI, domina los campos de esta zona vitivinícola de la Ribera del Duero y alberga el Museo Provincial del Vino.GIOVANNI SIMEONE

GUÍA PRÁCTICA

Información - Oficina de turismo de Peñafiel (www.turismopenafiel.com; 983 88 15 26). Plaza del Coso, 2.- Castillo y Museo del Vino (983 88 11 99). Visita guiada al castillo, a las 11.00, 14.30, 16.30 y 20.30. Niños menores de 12 años, gratis; adultos, 2,50 euros. Castillo y museo (integrado en el castillo), seis euros.- Casa Museo de la Ribera. Plaza del Concejillo, 6. Reserva de pases teatralizados en la oficina de turismo. Fines de semana y festivos, a las 11.30, 13.00, 17.00, 18.30 y 19.30. Menores de 8 años, gratis; de 8 a 12, dos euros; adultos, cuatro.- Pintia poblado vacceoPlaza del Coso, 31-32. Fines de semana y festivos, de 10.00 a 14.30 y de 17.00 a 20.30. Menores de 8 años, gratis; niños de 8 a 12, un euro, y adultos, dos.

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