Montgomery, "sorprendido"

Asafa Powell, joven locuaz y agradable, sólo se mostró lacónico en su conferencia de prensa posterior al récord cuando se le preguntó por Tim Montgomery, el atleta a quien había desposeído por una centésima. "No quiero decir nada de él", fue su respuesta seca, dura.

Locuaz, en cambio, se mostró desde Los Ángeles Montgomery, quien intenta combinar mal que bien su carrera atlética, su preparación, su relación con Marion Jones, con la defensa de las acusaciones de dopaje que se desprenden de su relación con Balco, el laboratorio que vendía anabolizantes a los velocistas.

"Me ha dejado anonadado, qué shock", dijo Montgomery. "Para mí esta marca ha sido una verdadera sorpresa. Me ha sorpendido por varias razones: primero, porque es sólo el comienzo de la temporada y normalmente esas marcas sólo llegan al final [Montgomery corrió en 9,78s en septiembre]; y, luego, porque ha corrido solo, no ha habido atletas de un nivel similar que le empujaran. Pero he de reconocer que Powell es bueno, corre bien. Pero ahora le llega lo más duro. Ahora deberá gestionar su responsabilidad. Ya no es un velocista entre otros velocistas, sino 'El velocista', el único que no puede permitirse perder".

La última salida de Montgomery a las pistas, el domingo pasado, en la reunión de Monterrey (México) se saldó con un penúltimo puesto y unos penosos 10,43s. A pesar de ello, persiste. "Y os digo ahora que voy a trabajar duro para recuperar mi récord", prometió.