Puesta de sol en Marte

Como Marte está más lejos del Sol que la Tierra, allí la estrella aparece más pequeña en el cielo. Pero, aparte de eso, el contraste entre la iluminación del cielo y la semipenumbra del terreno resulta extraordinariamente familiar en la fotografía del atardecer que ha tomado el robot Spirit en el planeta rojo. Sólo que efectivamente es en Marte, a unos 180 millones de kilómetros de aquí, y eso todavía impresiona un poco.

En el momento de la foto eran las 18.07 de la tarde y el Sol estaba a punto de esconderse tras el borde del cráter Gusev, en el ecuador marciano, a unos ochenta kilómetros de distancia del vehículo. Aunque la cámara panorámica del Spirit tomó la imagen de la puesta de sol en Marte el pasado 19 de mayo, la NASA la ha presentado ahora. La agencia espacial no desaprovecha nunca la oportunidad de lucir los éxitos de sus misiones. Pero, además, el Spirit y su gemelo Opportunity han cumplido tan sobradamente su misión de exploración científica prevista que sus responsables se pueden permitir el lujo de gastar recursos en hacer que tomen algunas fotografías sencillamente bonitas, aunque los científicos también las aprovechen para aprender cosas nuevas de Marte.

El disco solar, debido a la distancia, aparece reducido a dos tercios del tamaño que se ve desde la Tierra

Los dos robots, vehículos todoterreno del tamaño de un carricoche de golf, llegaron al planeta vecino en enero de 2004 para funcionar tres meses y han superado todas las expectativas. No sólo están durando mucho más de lo previsto, sino que han hecho descubrimientos importantes, sobre todo al encontrar el rastro del agua líquida que hubo en Marte en el pasado, hace millones de años.

La fotografía de la puesta de sol fue realizada con la cámara panorámica y tres filtros de color cuya combinación permite generar imágenes similares a las que el ojo humano vería si estuviera allí, exceptuando que la tonalidad rojiza del cielo más alejado del globo solar está un poco exagerada.

La luz tenue que anuncia el amanecer en Marte y que se alarga en el atardecer dura unas dos horas, bastante más que en la Tierra, debido al polvo que hay en la atmósfera hasta gran altura. Pero tampoco es tan raro esto, o tan marciano: un efecto similar se da en nuestro planeta a veces cuando el aire está polvoriento por la actividad de un volcán y los granitos de polvo dispersan la luz a gran altura.

Los científicos están interesados en el fenómeno y en los meses pasados encargaron al Spirit y al Opportunity algunas fotografías de amaneceres y atardeceres para ver a qué altura llega el polvo en la tenue atmósfera de Marte. Las imágenes también sirven para buscar nubes heladas, pero apenas se han formado en la zona del cráter Gusev desde que está allí el robot.

El Spirit, tras recorrer cinco kilómetros por el planeta vecino, ha estado varias semanas analizando el terreno abrupto que se insinúa a contraluz en la foto de la puesta de sol. Los responsables de la misión, en el Jet Propulsion Laboratory, aseguran que se distinguen en el suelo las rodadas recientes del Spirit, tal vez acentuando lo solitario del paisaje. Y el disco solar se ve reducido a dos tercios del tamaño que se observa en situación similar desde la Tierra.