CUADERNO DE BITÁCORA

- Los árboles. El himno gallego comienza con una pregunta panteísta, dirigida a los árboles: "Que din os rumorosos na costa verdescente...?". Eso, ¿qué dicen los árboles? Es cada vez más interesante esa pregunta. Los principales científicos del mundo han escuchado a los árboles y ya no dejan margen a la duda frente a divagaciones mercenarias. El cambio climático es una amenaza real y galopante, y las causas están localizadas. El primer sermón dirigido específicamente a los gallegos se titulaba De correctione rusticorum, rubricado por Martiño de Braga, en el siglo VI, por lo que ya es probable que interviniera en su redacción monseñor Gea Escolano. Se trataba de una amonestación en toda regla a los gallegos, conminándoles a que dejasen de oír las voces de las piedras, las fuentes y los árboles. Pero este pueblo, en apariencia resignado, presenta, como decía Luisón Pereiro, la tenaz resistencia de la hierba en el acantilado. Y siglos después, surge Rosalía de Castro y rebate el sermón: "Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, no los pájaros, ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros: lo dicen, pero no es cierto..." ¿Qué votarán los árboles, las fuentes, el mar, el 19 de junio?

- El Feísmo. No sabemos qué quedará como veredicto histórico de este prolongadísimo poder conservador. Como paradoja, la peor parte se la han llevado los conservacionistas. El gran conservador, que no reaccionario, Ramón Otero Pedrayo ya avisó a principios de los años 60 cuando se perpetró el disparate de desecar la laguna de Antela: "¡Dios mío, tengan cuidado con la maquinaria pesada!". Imaginen el resultado de la maquinaria pesada cuando es conducida por un poder pesado. Después de años de lo que los modernos paisajistas denominan "violencia catastral", hay un consenso general en Galicia para denominar el efecto final de la dejación urbanística y medioambiental. Se trata del Feísmo. Tan clamorosa es la devastación estética, que hasta la propia Xunta asumió el término y en los documentos oficiales ya se habla de Feísmo. Colectivos de jóvenes arquitectos y artistas han echado mano de la ironía y han organizado exposiciones sobre Feísmo. ¡Quién lo diría! El fraguismo ha propiciado la última vanguardia artística: el Feísmo. Para conservador, el alcalde revolucionario (independiente) de Oleiros, que ha preservado hasta ahora de la especulación el municipio más codiciado de Galicia.