Las puertas abiertas de la solidaridad

Hay puertas que están abiertas pero que cuesta atravesar. La gran mayoría de estudiantes del Instituto San Severiano de Cádiz nunca había estado en la sede de la Asociación Pro Derechos Humanos. No sabían que allí los inmigrantes reciben una orientación laboral y social. Ni que allí se organizan actividades contra la pena de muerte. Ni que allí es donde se preparan algunas acciones contra la discriminación. Habían visto carteles pero nunca habían cruzado esa puerta. La ruta del voluntariado, organizada por la Junta de Andalucía para favorecer la solidaridad entre los estudiantes, les ha permitido dar ese paso. También han estado en las oficinas de otras organizaciones. Es el centro que más visitas ha realizado y, por ello, ha merecido el primer premio de esta iniciativa.

En la jornada de clausura de la ruta, María Jesús Camacho, de 14 años, alumna del San Severiano escuchó atentamente las explicaciones del presidente de Pro Derechos Humanos, Rafael Lara. Supo de su calendario de actividades, de los retos pendientes y del trabajo que todavía queda por hacer para eliminar problemas diarios como la exclusión social o el racismo. Reivindicaciones que se hacen notar en algunas de las pancartas que cuelgan de las paredes de la sede. Al finalizar la charla, lo tuvo claro. Se dirigió al máximo responsable de la asociación y le preguntó: "¿Qué es lo que hay que hacer para trabajar con vosotros en verano?". Rafael Lara le apuntó su nombre y su teléfono y le aseguró que la llamarían porque "hay muchas cosas por mejorar".

Era la primera vez que María Jesús conocía el trabajo de estos voluntarios y decidió sumarse a ellos sin dudarlo. "Que haya organizaciones que defienden los derechos de las personas es algo muy importante. Me apetece sumarme a ellos, sobre todo, si es en algo de ayuda a la mujer", anunció convencida.

Otros compañeros decidieron imitarla y dejaron también sus contactos para que su verano se convierta en algo más que una temporada de ocio. Lara se lo agradeció. "Son edades en las que es bueno que comiencen a comprender lo que pasa a su alrededor, que entiendan que lo que ven no es necesariamente lo ideal", aseguró.

La ruta del voluntariado es una de las actividades que la Junta de Andalucía ha organizado en torno a la Primavera solidaria, una iniciativa con la que ha tratado de conectar el trabajo de las asociaciones de todo tipo con la sociedad a la que dedican su labor. Las paradas de la ruta han sido muy diferentes. Además de Pro Derechos Humanos, ha recalado en Equa, que trabaja para la integridad laboral de discapacitados físicos y psíquicos, o el colectivo CEPA, de prevención e inserción social, entre otras asociaciones.

A través de la ruta, se ha perseguido una doble meta: fomentar la cultura de la solidaridad y participación entre los adolescentes gaditanos, jóvenes de entre 12 y 15 años, y sensibilizar a la comunidad educativa sobre la realidad social, económica, política y medioambiental de la ciudad. Se pretende así dar a conocer un entorno lleno de necesidades que están siendo atendidas por decenas de asociaciones.

Con todo, los organizadores han reconocido que la fecha elegida para organizar las visitas, desde finales de abril hasta junio, ha provocado que tan sólo tres centros de la ciudad hayan decidido emprender estos viajes. El San Severiano es el que más paradas ha hecho y, por este motivo, recibirán un premio de 300 euros para material escolar. Se le entregará este jueves, en plena fiesta de fin de curso.

La Agencia del Voluntariado de la Junta tiene previsto reanudar la ruta el curso que viene. Para que alumnos como María Jesús tengan la oportunidad de conocer cómo pueden colaborar a mejorar el mundo que les rodea. Para que, nuevamente, la solidaridad abra sus puertas.