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Crítica:DANZA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Gloria y herencia del ballet danés

Es el festival de ballet clásico más importante de cuantos se hacen en el mundo (por una vez hay unanimidad entre críticos y profesionales del sector). Sucede cada 12 años, y éste que acabó anteayer es el tercero. La reina Margarita II de Dinamarca, además de entusiasta balletómana y diseñadora eventual de escenografías y vestuarios, es la principal patrocinadora. Eso es algo excepcional -ha estado todos los días en todas las funciones-, como lo es el mismo país: una mezcla encantadora de sueño antiguo "a lo Andersen" con alta tecnología puntera, de tradiciones con modernidad.

Este año, precisamente, se cumplen 200 años de los nacimientos de Hans Christian Andersen y de August Bournonville, las dos glorias nacionales danesas. Y ha habido congresos, exposiciones, ediciones especiales y una larga temporada de ballet.

II Festival August Bournonville

Bournonvilleana: Gala de clausura: Repertorio de coreografías de A. Bournonville (fragmentos): La Kermesse de Brujas; Festival de las Flores de Genzano; Los voluntarios del Rey en Amager; Guillermo Tell; El Trovador; Paul y Virginia; La lituana; De Siberia a Moscú; Polka militar; Napoli. Real Ballet Danés. Director artístico: Frank Andersen. Antigua Real Opera, Copenhague. 11 de junio.

La gala del sábado cerró así una semana de gran ballet, donde se pudo ver prácticamente todo el repertorio en activo de Bournonville, ese preciado bien cultural que allí se cuiday se transmite con la conciencia de que es una joya viva, que alienta y que debe ser venerada desde el escenario. Frank Andersen, en la casa desde su infancia (inolvidable el gran bailarín que fue), ideó una gala dinámica, bien estructurada, con fragmentos raros y esa tarantela de Napoli como cierre que dejó mudo al público que llenaba la Ópera.

Plantilla renovada

La plantilla de ballet danés (cuya selección de solistas estará en Málaga el próximo martes 14 con la reina Margarita para hacer una función también de homenaje a Bournonville) está renovada y ahora es más internacional, pero el estilo, la pureza exultante, se mantiene. Especialmente emocionante han sido los desfiles de más de 120 niños de la escuela en escena: el futuro entendiendo ya un amor por el ballet y su demostración. La ocasión llevó hasta Copenhague a más 150 especialistas y críticos de todo el mundo: la foto de familia en las centenarias tablas de la Ópera, un documento donde no faltaban personalidades como Clives Barnes, Clement Crisp, Horst Koegler, Ivort Gust, Ann Hutkinson o Alfio Agostini, entre otros. La gala fue un broche maravilloso a una manera de entender el ballet no como algo de museo, sino vivo y a la vez eterno. Hoy se baila Bournonville con las exigencias técnicas actuales, pero con un estricto sentido de la estética académica, de sus vectores y sus acentos. En los papeles de carácter, todas las viejas glorias dando un sólido y soberbio ejemplo de entereza, de continuidad: Eva Kloborg, Kirsten Simona, Flemming Ryberg. Ellos siguen siendo el aliento de aquel sueño del norte donde también está lo español, pues Bournonville tenía dos pasiones: Italia y España. En todos sus ballets hay un pas spagnol y en la gala hubo el soberbio y dificilísimo pas de trois de Los voluntarios... donde está toda esa esencia solar y mediterránea bien tamizada por el maestro. Virtuosismo, buen gusto, gran danza: no se puede mencionar a todos, pero brillaron Gudrun Bojesen, Diana Cuni, Thomas Lund, Mads Blangstrup, Kristoffer Sakurai y Kenneth Greve, que una vez más fue el príncipe, tal como lo describía el propio Andersen.

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