Zapatero pide a Rajoy que convenza a Fraga para que tenga "sentido común"

José Luis Rodríguez Zapatero no desaprovechó ayer la oportunidad que le brindaban las palabras de Manuel Fraga el día anterior, cuando comparó a los indecisos con las mujeres que nunca dicen con cuántos hombres se han acostado. El presidente del Gobierno pidió al líder del PP, Mariano Rajoy, que convenza a Fraga, presidente de la Xunta, para que ponga "un poco de sentido común" en sus palabras. Zapatero vinculó en todo momento a los dos dirigentes populares, y dijo, como queriendo destacar lo contrario, que en las elecciones gallegas del domingo "no está en juego el futuro de Rajoy".

"El PP sólo ofrece miedo. Lo seguro para Galicia es el cambio", proclama el presidente

La penúltima incorporación del jefe del Ejecutivo a la campaña gallega demostró lo que ya se comentaba estos últimos días entre los estrategas socialistas: Fraga se lo está poniendo fácil a sus rivales, con sus expresiones extemporáneas que el sábado por la noche, por primera vez, el PP rectificó a través de una nota.

Las más de 3.000 personas que abarrotaban un polideportivo de Lugo, llegadas en autocares de todos los pueblos de alrededor, e incluso desde León y Asturias, aplaudieron más que nada las referencias al machismo de Fraga y la apuesta de Zapatero y Emilio Pérez Touriño, el candidato socialista a la Presidencia de la Xunta, por un Gobierno paritario de hombres y mujeres.

El presidente jugó todo el tiempo con la idea que el PSOE es el futuro y el PP, el pasado. "Lo más importante para tener una sociedad avanzada es que las mujeres tengan el mismo papel que los hombres. La marginación y discriminación de las mujeres es el pasado", señaló para lanzar su pulla contra el líder de la oposición: "Rajoy dice que va a haber riadas de sentido común en las urnas... no me cuesta darle razón al adversario. Estaría bien que no esperara hasta el 19 de junio y pusiera un poco de sentido común a las cosas que dice Fraga sobre las mujeres".

De la política gallega, y siempre con un punto de ironía, Zapatero pasó a la nacional. El pasado domingo, en Vigo, tuvo que responder a la manifestación, celebrada la víspera en Madrid, contra su política antiterrorista. Ayer quedaba la resaca de la marcha en Salamanca contra la devolución de los documentos catalanes. Y el sábado próximo habrá otra contra la ley de matrimonios homosexuales. "Al PP le pasa con las manifestaciones lo mismo que con el divorcio. No lo querían y ahora no paran", dijo entre las risotadas del público. "Cuando acepten los debates, no saldremos de los platós de televisión. Rajoy viene a apoyar a Fraga, pero no a enseñarle cómo se hacen debates. Fraga se niega a debatir, eso es que sabe que va a perder las elecciones... yo lo sé por experiencia", se rió de nuevo, mientras el pabellón disfrutaba del espectáculo. Y para finalizar, una andanada contra Fraga, autor, cuando era ministro de Gobernación tras la muerte de Franco, de la frase "La calle es mía". "Ahora la calle es de todos y tienen derecho a manifestarse", concluyó Zapatero.

En todo momento, el presidente del Gobierno trató de arrastrar con su carisma personal a su candidato, Emilio Pérez Touriño, y convencer a los indecisos de que el PSdeG, apoyado por un Bloque Nacionalista Galego (BNG) al que no citó, será la opción más estable porque cuenta con el respaldo absoluto del Ejecutivo central. "No regatearé esfuerzos para apoyar a Emilio en su esfuerzo con el empleo. Mantendré mi compromiso con Galicia, con el desarrollo, esta tierra tiene un gran futuro y lo mejor está por venir, de la mano de Touriño", prometió el presidente.

En el otro lado, según su visión maniquea, hay un proyecto agotado. "El PP sólo ofrece miedo. Rajoy lleva unos cuantos días inaugurando catástrofes. Lo seguro para Galicia es que haya cambio". Recurrió incluso a la Fórmula 1, y citó al piloto Fernando Alonso para hacer su comparación: "Cuando un motor no da mas de sí, cuando las ruedas están gastadas, y cuando el piloto esta cansado e irritado, lo arriesgado es no cambiar".

El fin de semana pasado el presidente se centró en la denuncia del caciquismo y atacó a José Luis Baltar, el hombre fuerte del PP de Ourense, por decir a los suyos que había que "robar los votos a quien sea". Ayer, y pese a que estaba en Lugo, donde los populares también controlan la Diputación y el granero de votos de los pueblos del interior, Zapatero se centró exclusivamente en Fraga y, como derivada, en Rajoy. "Fraga os pide una última oportunidad. En democracia son los gobernantes quienes dan las oportunidades a los ciudadanos, y no al revés". Tan insistente estaba con la crítica a Fraga, que al final del mitin se le escapó incluso una referencia implícita a la edad del presidente, 82 años, que tuvo que corregir inmediatamente porque el público ya se estaba regocijando: "El 19 no está en juego el futuro de Rajoy, ni de Fraga, le quede lo que le quede... como futuro político".