Montmeló se rinde a Pedrosa

Los 105.600 aficionados que abarrotaron el circuito de Montmeló se entregaron a su ídolo. Dani Pedrosa impuso su ley y lo hizo en casa. Marcó el territorio con rotundidad y contundencia porque, por vez primera, sumó su tercera victoria consecutiva. El campeón de los 250cc gobernó la carrera de forma paciente después de un arranque fallido que parecía abonar las posibilidades de su rival, Jorge Lorenzo, muy desafiante todo el fin de semana.

Aunque parezca raro, Pedrosa efectuó una salida en falso y estuvo a punto de calar el motor de su Honda. "Ha sido un error mío", explicó después de recoger el trofeo de ganador; "no sabía si la primera velocidad estaba bien metida y el semáforo ya estaba en rojo. He soltado el embrague demasiado rápido, he vuelto a embragar y casi se me para". Tampoco Lorenzo arrancó bien, como ya es costumbre, y cedió cuatro posiciones. Así las cosas, Héctor Barberá se sintió el amo en una dura pelea con Alex de Angelis y Andrea Dovizioso, que se reinvindicaba pese a competir en inferioridad física.

Los constantes adelantamientos y los múltiples contactos se sucedieron en los primeros giros. Había un pelotón de candidatos al triunfo y Pedrosa ya estaba en la refriega después de remontar del 11º al tercer puesto. Las cámaras, sin embargo, se posaban en Lorenzo, siempre dado a las maniobras espectaculares, incluso frente a su compañero Barberá. A 13 vueltas del final, sin embargo, Pedrosa se coló segundo en una acción que expresó la superioridad de su Honda lanzada en velocidad, y en el segundo viraje, pasó a rodar en primera posición después de eliminar también a Casey Stoner.

Lorenzo se quedó en el camino. Al paso por la décima vuelta, en el interior de la curva de Repsol, mientras rodaba tercero, pegó demasiado su rueda delantera al colín de la Aprilia de De Angelis y, tras el fatal contacto, ambos acabaron en el suelo.

Asentado en el liderato Pedrosa, Barberá y Simone Corsi libraron una batalla por la cuarta plaza que rozó los límites de la deportividad hasta que la moto del español se paró. "El golpe de Corsi ha hecho que se doblara el carenado y ha obstruido la entrada de aire", explicó Barberá después; "me ha dejado la moto sin respuesta".

Entonces nadie dudaba ya del triunfo de Pedrosa, cuyo control de la carrera resultaba excelente frente a Stoner y Dovizioso. Al entrar en la última vuelta, el público de la grada principal del circuito estalló cuando vio que se había salido con la suya. La estrategia del catalán, siempre frío, resultó nuevamente decisiva. "Hay que ir carrera a carrera y todavía queda mucho para el título", argumentó; "lo estamos haciendo bien, pero Assen [la próxima cita] se presenta como un escenario difícil".

Pedrosa, en cualquier caso, ya le saca 27 puntos a Stoner, el segundo clasificado, y 30 a Dovizioso, que ayer les acompañó en el podio. A la fogosidad de sus rivales contrapone la regularidad, la fiabilidad y una condución técnicamente perfecta. Los números dicen también que Pedrosa, el primer español que gana en Montmeló en 250cc, se ha impuesto en cuatro de las seis carreras disputadas, la mejor de las estadísticas para revalidar su título de campeón del mundo.