Montreal se viste de rojo
La ciudad es invadida durante el Gran Premio por más de 300.000 aficionados,que se gastan unos 8,25 millones de euros
No hay ningún visitante de Montreal que no sepa que durante este fin de semana se ha disputado en el circuito Gilles Villeneuve el Gran Premio de Canadá de Fórmula 1. Es imposible. En cualquier rincón de la ciudad aparecen las banderas a cuadros blancos y negros, colgadas en las calles, en los escaparates, en las puertas de los hoteles. Pero, sobre todo, en la parte antigua, en la zona más céntrica, la ciudad adquiere una vida inusual y se tiñe del color rojo de Ferrari.
"Aquí la gente es básicamente ferrarista", asegura un grupo de jóvenes que pasea por las cercanías de la calle Crescent, cerrada al tráfico para albergar carpas, coches de competición, videojuegos de carreras y toda clase de objetos referentes al mundo del motor. No se olvidan del canadiense Gilles Villeneuve, el padre de Jacques, que no sólo da nombre al circuito de Montreal, sino que fue subcampeón mundial en 1979 con Ferrari y falleció en un accidente cuando competía en el Gran Premio de Bélgica en 1982. "Pero no olvidamos que ahora quien gana es Fernando Alonso", prosiguen.
Pese a Alonso y al local Villeneuve, la mayoría del público es ferrarista
Ésa es la tónica que puede comprobarse en los escaparates de las tiendas más céntricas: camisetas, monos, gorras, banderas de color rojo de Ferrari y una o dos camisetas de color azul y amarillo de Renault. Ni siquiera el azul de Sauber, con la que ahora está corriendo el único piloto canadiense del Mundial, Jacques Villeneuve, destaca tanto como el rojo que distingue a la escudería del cavallino rampante, la única que ha disputado todos los campeonatos desde que empezó la competición en 1950.
En la calle Crescent, una de las más céntricas de la ciudad que se cruza con la de Santa Catarina, uno de los referentes en Montreal, se concentran todos los aficionados. Por las noches hay actuaciones de grupos locales y todo tipo de actividades. "Durante todo el fin de semana de la carrera vienen a la ciudad alrededor de 350.000 personas", dice Eva Drouin, portavoz de la Asociación de Comerciantes de Montreal; "su aportación es importante porque el volumen de negocio crece durante estos tres días alrededor de 12,5 millones de dólares canadienses
[unos 8,25 millones de euros]".
El pasado jueves, la presencia de Jenson Button y de Takuma Sato en la calle Crescent, donde Honda ha hecho un despliegue notable, impactó. "Es una de las ciudades que más se implica en el gran premio", apuntó Button, que no paró de firmar autógrafos.
El GP de Canadá -se disputó por vez primera en este circuito en 1978- fue ofrecido en directo no sólo para este país, en inglés y francés, sino también para Estados Unidos a través de la cadena CBS. Es una de las cuatro únicas carreras del campeonato que pueden verse en abierto durante la temporada en Estados Unidos.
El mal recuerdo de Indianápolis
El periplo norteamericano prosigue la semana próxima en el circuito de Indianápolis. En sus 4,192 kilómetros de longitud, con 13 vueltas, nueve a derechas y cuatro a izquierdas, se disputó en 2004 una accidentada carrera. Alonso no guarda buen recuerdo de ella. Sufrió una salida de la pista al final de la recta y acabó chocando contra un muro. También se estrelló contra el muro el Williams de Ralf Schumacher, que convaleció varias semanas de las heridas sufridas. Ganó su hermano Michael.
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