Fraga pide "ayuda a Dios y al apóstol Santiago" para ganar el 19 de junio

"Con la ayuda de Dios y del apóstol Santiago volveremos a obtener un respaldo mayoritario el próximo día 19". Con esta invocación divina concluyó ayer Manuel Fraga, candidato del PP a la Xunta de Galicia, su discurso ante los presidentes autonómicos de su partido, reunidos por Mariano Rajoy en Aldán, una parroquia costera de Cangas do Morrazo (Pontevedra). Todos se deshicieron en elogios hacia la "solvencia y capacidad" de "don Manuel" y alertaron contra "la pesadilla" de Gobiernos "apoyados en quienes no creen en España". Rajoy insinuó incluso que si el PP pierde la mayoría absoluta, el PSdeG podría entregar la presidencia de la Xunta al BNG, "como ya hizo en Cantabria" con los regionalistas.

Los presidentes autonómicos del PP se reunieron, aparentemente, para fijar la posición del partido sobre el modelo de "bienestar y solidaridad" de sus Gobiernos. En lugar de eso, los presidentes de Madrid, Comunidad Valenciana, Baleares, Castilla y León, Murcia, Rioja y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla compitieron en sus loas a Fraga y en sus admoniciones de todos los males que pueden llegar a Galicia con una coalición entre el PSdeG y el BNG.

Sólo uno de ellos, Francisco Camps, el presidente valenciano, ligó la suerte de Fraga a las posibilidades de Rajoy de llegar a La Moncloa. Lo hizo, eso sí, en positivo: "Para que Mariano Rajoy sea lo antes posible presidente del Gobierno, necesitamos que el 19 de junio Manuel Fraga siga siendo presidente de Galicia", aseguró Camps.

Los demás obviaron ese espinoso asunto y compitieron en los otros dos. Camps aseguró que la mayoría absoluta de Fraga es necesaria "para que, cuanto antes, pase la pesadilla de los que gobiernan con quienes no creen en España, los que nos roban el agua y paralizan el Plan Galicia".

Esperanza Aguirre, presidenta madrileña, pronosticó a Fraga "una mayoría no sólo absoluta, sino abrumadora". Mantuvo que es imposible que tal cosa no ocurra pues "los gallegos ya saben quién es el señor ZP", en referencia al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Aguirre calificó una coalición entre el PSdeG y el BNG de "matrimonio de conveniencia en el que no hay amor, como el que sí tiene Fraga por Galicia". Los demás siguieron la misma línea.

Rajoy arrancó su intervención con una referencia al atentado de ETA en Zaragoza. "Quiero expresar mi solidaridad a todos los aragoneses y el respaldo a las fuerzas de seguridad", aseguró para subrayar que la manifestación celebrada el sábado pasado en Madrid "pidió al Gobierno que no negocie con ETA" porque "al terrorismo se le combate, no se dialoga con él". Tras el terrorismo, los elogios a Fraga. Después, las advertencias contra "la catástrofe" que, según él, supondría para Galicia "un Gobierno entre socialistas y el Bloque" porque "los gobiernos de coalición nunca han sido buenos para defender los intereses de la gente".

Tras la reunión de Aldán, Rajoy y Fraga fueron a pedir el voto cada uno por su lado. El líder del PP, a Pontevedra, y el candidato, a Cangas. En Pontevedra, Rajoy exigió al candidato socialista, Emilio Pérez Touriño, que diga si pactará con el Bloque. En Cangas, Fraga le dijo a los suyos que pueden contar con él, pero que él también les necesita para ganar el día 19.

Por la noche, Fraga y Rajoy coincidieron en el último mitin del día en Vilagarcía de Arousa. Rajoy mantuvo que el PP ganará porque "Touriño es triste, aburrido y plasta" y "está apoyado por Zapatero, un señor que está incapacitado para gobernar". Fraga se atrevió con el efecto colateral de estas elecciones: su impacto en el liderazgo de Rajoy. Afirmó que tanto se juega el PP como el PSOE. "Ganar o perder en Galicia es tan vital para ellos como para nosotros". Para el PP, para tener pronto "un primer ministro que sea gallego". No explicó qué impacto cree él que tendrá en Zapatero ganar o perder en Galicia.