Un líder suní dice que la insurgencia quiere negociar
La comunidad minoritaria de Irak desea participar en el equipo que redactará la Constitución
Mientras los estadounidenses confirman, en un nuevo sondeo, su visión crítica de la guerra de Irak y su convicción de que EE UU no es ahora más seguro que antes, los diferentes grupos iraquíes han protagonizado en las últimas horas varios movimientos relacionados con el debate sobre la Constitución y la presencia de los suníes en la redacción del texto, y sobre una eventual negociación con algunos sectores insurgentes.
Representantes de la comunidad suní, en el poder durante el régimen de Sadam Husein y cuya participación en las elecciones de enero fue escasa, creen que dos grupos armados están dispuestos a negociar con el Gobierno para poner fin a la violencia en Irak. Ayham Al Samarie, antiguo miembro del Gobierno iraquí, ha revelado a la agencia AP que estos dos grupos, el Ejército Islámico y el Ejército de los Muyahedin, representan la mitad de la fuerza que compone la llamada insurgencia, y que sus dirigentes están dispuestos a hablar con el Gobierno de Bagdad y con representantes de EE UU. El propio Al Samarie asegura a The Washington Post haber mantenido una decena de reuniones con estos grupos en los últimos cuatro meses: "Les dijimos: 'Si seguís disparando sin decir lo que queréis, vais a ser siempre un objetivo".
Al tiempo, portavoces de otros grupos armados se manifestaron en contra de la supuesta voluntad negociadora y amenazaron de muerte a los líderes suníes que se prestaban al diálogo. Entre los ataques de ayer, un parlamentario kurdo del Comité Constitucional sufrió una emboscada en Bagdad en la que dos de sus guardaespaldas perdieron la vida.
En el ámbito de la difícil negociación política entre las distintas comunidades, una representación de la minoría suní hizo ayer saber sus condiciones para integrarse en el equipo de debate de la Constitución, encargado de redactar un texto que sirva para la organización política del país y que permita convocar elecciones a finales de año.
Los suníes creen que deben tener 25 de los 75 puestos del Comité Constitucional. El Gobierno, en manos de la mayoría chií que ganó las elecciones, mantuvo ayer silencio sobre este intento de aumentar la representación suní, un factor fundamental para la estabilidad del proceso. El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, alabó recientemente los contactos para ampliar la presencia suní en la elaboración de la Constitución.
En EE UU, donde ya hace tres semanas un sondeo Gallup indicó que el 57% de los encuestados cree ahora que la guerra no mereció la pena, una nueva encuesta de ABC y del diario The Washington Post confirma este porcentaje y añade que el 52% piensa que no ha ayudado a mejorar la seguridad a largo plazo del país. Un 73% de los ciudadanos considera inaceptable el número de bajas y un 65% cree que la situación se encuentra atascada.
[Siete camioneros fueron asesinados ayer en Habaniya (80 kilómetros al oeste de Bagdad), cuando su convoy fue atacado por fuerzas insurgentes, informa Asssociated Press.]
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