Julia Otero concluye hoy "la temporada de la refundación" de TVE

Con una pareja insólita (el diputado socialista Alfonso Guerra y el presentador Juan Imedio) y la más famosa de las tonadilleras (Isabel Pantoja) acaba hoy en TVE-1 Las cerezas. Para la directora y presentadora del programa, Julia Otero, "ha sido una temporada difícil. El año del cambio y de la refundación del modelo de televisión pública". Y sostiene que los dos millones de espectadores que han seguido fielmente las 33 ediciones han demostrado "una fidelidad tozuda".

Julia Otero despide la temporada de Las cerezas (22.00) con el convencimiento de que este curso ha marcado "un punto de inflexión" en TVE. La cadena "venía de un determinado modelo y se ha hecho preguntas metafísicas a sí misma para saber si la televisión pública ha de competir con las privadas de igual a igual o si tiene que tener unas señas de identidad". La principal duda era saber si debía garantizar calidad o buscar audiencia. "Todo al mismo tiempo no puede ser. Si TVE no tiene formatos de telerrealidad y el presupuesto para ficción es limitado, había que buscar otras alternativas".

Las cerezas ha sido una de ellas. Ha consolidado un formato con entrevistas a parejas insólitas, singulares y difícilmente repetibles. De todas, su directora se queda con las formadas por Josep Lluís Carod Rovira y Juan Carlos Rodríguez Ibarra, Felipe González y Jordi Pujol, Esperanza Aguirre y Pasqual Maragall, Alberto Ruiz-Gallardón y Joaquín Sabina. En algunos casos, unirlos en un plató ha sido una tarea ardua, "fruto de la tenacidad y de un fuerte poder de convicción". Otras comparecencias, como la de Adolfo Suárez Illana, han sumado "un alto valor periodístico". También contar con Figo tuvo su mérito. El jugador del Madrid había esquivado los estudios desde que llegó a España.

Los mejores encuentros se podrán ver de nuevo en las cuatro ediciones especiales de Las cerezas que TVE emitirá en agosto. Ante la próxima temporada, Julia Otero aspira a regresar en enero tras "estudiar el formato", pero siempre manteniendo la fórmula de las parejas. "El programa tiene un alto nivel de exigencia. No tratamos el morbo ni la prensa del corazón". Y mirando más a largo plazo, la periodista no descarta un cambio de medio. "Sé que tarde o temprano volveré a la radio. La televisión es cada vez más para gente con menos escrúpulos".