La quiebra de Wall Street reabre la crisis de las academias de inglés
La crisis del sector de la enseñanza no reglada en España, que hace casi tres años se llevó por delante las academias de inglés Opening y también a otras escuelas de idiomas como Oxford English, Brighton o Cambridge, se ha cobrado una nueva víctima. Wall Street Institute, que inicialmente pertenecía al grupo estadounidense Sylvan (hoy Laureate) y que luego fue vendido a uno de sus directivos, se dispone a cerrar los 18 centros de enseñanza propios de que dispone en España. Así lo confirmó ayer un portavoz de la compañía, propiedad en la actualidad de International Educational Provider (IEP), la sociedad del ex ejecutivo de Sylvan Rick Arévalo que gestiona la master franquicia Wall Street Institute en España.
La decisión afectará a un total de 172 trabajadores, la mayoría de los cuales son profesores, y a casi 3.000 alumnos. Además de los 18 centros que la sociedad limitada IEP gestiona actualmente, el grupo cuenta con otros 17 centros franquiciados independientes. En un comunicado, la dirección señaló que las franquicias continuarán ofreciendo sus servicios "con total normalidad", aunque otras fuentes implicadas recordaron que ahora deberán negociar el mantenimiento de la marca.
El grupo IEP perdió 9,3 millones de euros el año 2003, aunque al menos desde 2002 se encontraba ya en números rojos, con 2,4 millones en negativo. Los ingresos alcanzaron un volumen de 5,7 millones en 2003, permaneciendo estancados respecto del ejercicio anterior. Se desconocen los resultados de 2004.
Información a los afectados
Wall Street Institute International, que no tiene ningún tipo de obligaciones legales hacia las franquicias ni hacia los estudiantes de IEP en España, se ha comprometido a "ofrecer toda la ayuda posible", en tanto que franquiciador global del método de enseñanza de inglés Wall Street Institute. Será este franquiciador global quien pondrá a disposición de los afectados un número de teléfono y un correo electrónico de contacto.
La crisis no es nueva. El grupo, que a principios de 2004 había presentado su último expediente de regulación, llegó a tener 130 academias en toda España, hace tres años. Fue justo antes de la caída en cadena de las academias Opening, Brighton o Cambridge, cuyo cierre dejó pendiente de pago créditos vinculados por un valor aproximado de 45 millones de euros. Es el dinero que se empleó en abonar los cursos por adelantado, en circunstancias de las que los alumnos no siempre fueron conscientes. Los bancos exigieron que se pagaran las cuotas pendientes aunque no hubiera más clases de inglés para los alumnos, pero algunas sentencias han dado la razón a varias asociaciones de consumidores y usuarios que presentaron demandas.
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