París y Londres toman ventaja

Con sutiles detalles, sólo con el añadido de algunas palabras elogiosas, la Comisión de Evaluación del Comité Olímpico Internacional (COI) colocó ayer a París, sobre todo, y a Londres en cabeza de la carrera por la organización de los Juegos Olímpicos de verano de 2012. Ambos proyectos fueron calificados en el informe como de "muy alta calidad", especialmente la candidatura de la capital francesa. La valoración de Madrid fue considerada como "de alta calidad". Lo mismo la de Nueva York, aunque, en su caso, se antoja un lastre decisivo la falta de garantías sobre la concesión de licencia para construir el estadio olímpico. Respecto a Moscú, fue también demoledor que la comisión hablara incluso de "una planificación insuficientemente detallada" en su proyecto hasta el punto de que la falta de informaciones básicas hicieran difícil la evaluación.

Una ducha fría se llevó Madrid por el grado utilizado para definir los proyectos: "alta", en su caso, o "muy alta" calidad, en los de París y Londres. La impresión es que la maquinaria mediática de estas dos candidaturas, especialmente la de la capital del Reino Unido, ha surtido efecto en los últimos meses. El informe de la comisión, que visitó las ciudades en febrero y marzo, no es vinculante, sólo informativo, pero los miembros votantes del COI también saben leer entre líneas y la avalancha de informaciones que desde ayer han surgido les hará ver que la comisión ha seguido manteniendo a París como primer favorito y que Londres ha superado a Madrid, que estaba por delante en la primera valoración, hecha en marzo de 2004.

La comisión, tras significar la "muy alta calidad" de París y Londres, ha obviado los problemas que han afectado también a ambas candidaturas en los últimos meses. En el informe no se hace mención a las protestas de las empresas que deberían ser desalojadas de los terrenos que ocupan actualmente y en los que se construirían las respectivas Villas Olímpicas en caso de victoria. Tampoco se hace ninguna referencia en el caso de París a protestas sociales, como la huelga general que se produjo justamente durante su visita y sí se recoge que los sindicatos "apoyan la candidatura". Los parabienes políticos son absolutos.

Se esperaba una evaluación que no cambiara apenas los resultados del primer corte, pero no ha sido así. Dentro de los matices, las valoraciones de la comisión a París y Londres son más descriptivas que explicativas. En otros casos se dan por resueltos problemas que se antojan capitales. En los capítulos meramente descriptivos se hace referencia, por ejemplo, a que "los atletas han colaborado en la planificación de las Villas Olímpicas, de las instalaciones y de los transportes". O al decir que París tendrá 13 instalaciones temporales sin aclarar más. O al "pensar" la comisión que las exigencias de Londres en materia de transportes, su gran caballo de batalla, serán satisfechas porque "un importante programa de mejora de los transportes públicos estará completamente acabado antes de 2012, sobre la base de un concepto de los Juegos que se vertebra en el Este londinense y una extensa red de carreteras".

Declaraciones de fe de este calibre obligan a recordar la anterior evaluación para los Juegos de 2008. En aquella ocasión Pekín salió claramente favorita con valoraciones sobre el medio ambiente de este estilo: "Es una ciudad con un alto índice de polución, pero el Gobierno chino ha garantizado solucionarlo". Y Pekín ganó.

Madrid, pese a ser la segunda en la primera evaluación, con 8,3 puntos, tras París (8,5) y por delante de Londres (7,6), no ha perdido puntos oficiales con este segundo examen, pero sí oficiosos. En el apartado de seguridad elogia los planes que están previstos durante los Juegos, con la coordinación entre todas las fuerzas del orden. Pero la sensación general es que a los evaluadores se les acabaron los adjetivos elogiosos con París y Londres. La comisión pasó casi por encima de la joya de la corona del proyecto madrileño, la zona del Ifema y La Peineta, donde estará la Villa Olímpica, que tiene los terrenos libres para construir, cuya proximidad a los principales recintos deportivos les permitiría llegar andando a las competiciones. Sin embargo, se indica que la cercanía de una autovía podría molestar a los atletas por el ruido.

Respecto a los hoteles, el único punto en que la candidatura madrileña tenía temor a un apunte negativo, como ya sucedió en el corte de 2004, tampoco ha faltado el dardo en la evaluación. "Madrid podría tener que utilizar hoteles situados a una hora de la capital en tren de alta velocidad para responder a las exigencias y a las necesidades de los espectadores", dice. Aunque en el informe de la candidatura se especifica la construcción de un hotel para los dirigentes del COI en el anillo olímpico, se sabe que el apartado hotelero es fundamental en su criterio de decisión.

El resto de valoraciones de Madrid es positivo, pero todos los subrayados muestran una línea delgada, por debajo de las gruesas que parecen marcar los elogios a París y Londres. A un mes de la designación de la sede de los Juegos de 2012, Madrid llegará a Singapur como aspirante a dar la sorpresa, quizá como tapado, porque no es la primera vez que el tercero aprovecha las rencillas entre las dos ciudades mejor colocadas.