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Las regiones mediterráneas piden la abolición de fronteras a la UE

El foro reclama que se supriman las limitaciones a la cooperación

Las regiones mediterráneas de la Unión Europea, el sector meridional del foro europeo de regiones periféricas, reclamaron ayer en Valencia una supresión de las restricciones territoriales a las ayudas económicas que podrían compartir si el Mediterráneo fuera "un espacio único" para la Comisión Europea. También abogaron por mantener el presupuesto para ayudas europeas en el 1,14% del PIB de la UE.

La comisión intermediterránea del grupo de Regiones Perifércias y Marítimas de la UE congregó ayer en Valencia a los miembros de su asamblea plenaria con un objetivo económico primordial. Ante la inminente negociación de las perspectivas financieras de la Unión Europea para el periodo comprendido entre 2007 y 2013, la asamblea instó a los representantes estatales de los 25 a mantener el presupuesto para ayudas en el 1,14% de su PIB, como hasta la fecha.

Pero, sobre todo, abogó por una abolición de fronteras en el conjunto de la cuenca del Mediterráneo. La UE ofrece fondos para proyectos de cooperación entre regiones que distan entre sí un máximo de 150 kilómetros. La propuesta de las regiones mediterráneas, que ya ha sido apoyada por el Parlamento Europeo, consiste en suprimir esa limitación geográfica. Regiones como la Comunidad Valenciana y la Región de Grecia Occidental, por ejemplo, podría acceder a fondos europeos para subvencionar conjuntos de cooperación que ahora tienen vedados.

Gema Amor, consejera de Cooperación y Participación de la Generalitat, defendió ante la asamblea una ponencia que insta a la Comisión Europea a considerar una reducción paulatina de las ayudas que han venido recibiendo varias regiones europeas porque su renta era inferior al 75% de la media de la UE y que han superado ese listón por méritos propios, más allá del efecto estadístico que supone la incorporación de los diez nuevos estados miembros del club comunitario, cuyas rentas son sensiblemente inferiores a la media de los Quince.

Los delegados reunidos en Valencia, que representan a regiones de España, Francia, Grecia, Italia, Portugal, Chipre, Malta, Marruecos y Túnez, los dos últimos ajenos a la Unión Europea, reclamaron, en una declaración final de la cumbre, "el refuerzo progresivo y constante de los vínculos políticos, económicos, sociales y culturales entre todos los pueblos de la Cuenca Mediterránea", en una clara apuesta por recuperar el espíritu que inspiró la primera Declaración de Barcelona, suscrita hace ahora una década. La declaración apuesta, también, por un observatorio conjunto de la emigración en el Mediterráneo.

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