Educando autómatas
Se acerca la temida selectividad. Yo la superé hace cuatro años y entré en una universidad pública de la que tenía una idea muy diferente a la que tengo ahora. Aquí, los alumnos estamos acostumbrados a que los profesores y catedráticos no se dediquen a enseñar, sino simplemente a leer en voz alta sus apuntes o libros. Dudo mucho de que ésa sea la clave del prestigio que tiene mi universidad. Ellos dictan; nosotros copiamos, lo memorizamos y al día siguiente lo transcribimos en unos cuantos folios. No sé yo si se está fomentando una actitud crítica o más bien se está educando a profesionales autómatas.
De todos modos, tengo la esperanza de que cambie esta situación, precisamente ahora que se están adaptando todos los planes de estudios universitarios europeos. Espero que los alumnos que estos días se preparan para aprobar la selectividad, y que han sufrido continuos cambios de leyes de educación, reciban una enseñanza universitaria de calidad.
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