Agua suficiente para garantizar el suministro pese a la falta de lluvias
El último informe del Ministerio de Medio Ambiente sitúa a Andalucía entre las siete comunidades autónomas que han limitado el agua de riego para garantizar los abastecimientos urbanos. Suele ser ésta la primera señal de que los gestores del agua temen una sequía. Y este año, los temores están más que justificados. El nivel de precipitaciones registradas desde septiembre pasado es el más bajo de los últimos 60 años, según las estadísticas del Instituto Nacional de Meteorología, que no tiene registros más allá de ese periodo.
Sin embargo, Andalucía es, por ahora, la comunidad que tiene menos preocupaciones de entre las siete autonomías destacadas por el informe del Ministerio de Medio Ambiente. Es cierto que en algunas zonas de regadío habrá menos agua (en Granada y Jaén), o que en la zona de Alcalá de los Gazules (Cádiz) no se han solucionado aún la insuficiencia de las infraestructuras de abastecimiento a varias localidades. Pero son limitaciones puntuales. El agua que almacena cada una de las cuencas andaluza (Guadiana, Guadalquivir, Mediterránea) es sólo ligeramente inferior al promedio de los últimos diez años. Y, por ejemplo, las reservas de los pantanos del Guadalquivir son suficientes para que la Confederación haya aprobado un desembalse para riego bastante cuantioso. La Junta sólo prevé algún problema mayor en la Costa del Sol, de ahí que haya empezado a revisar la situación de los pozos de emergencia que se construyeron en la anterior sequía. Tensa calma, pues, entre los gestores andaluces, que otean al horizonte de otoño en busca de nubes negras.
