Dos menores aceptan seis meses de libertad vigilada por acoso escolar

Los dos menores implicados en un caso de acoso escolar aceptaron ayer seis meses de libertad vigilada. Los padres de la víctima rechazaron emprender acciones penales contra los profesores o el director del centro en el que fue víctima de vejaciones, burlas, insulto, collejas y aislamiento durante varios años. Las partes, a propuesta del fiscal, se conformaron con la libertad vigilada con contenido de alejamiento.

El menor no pudo soportar las burlas de las que era objeto desde hacía años

El titular del Juzgado de Menores número tres de Valencia impuso ayer seis meses de libertad vigilada con contenido de alejamiento a los dos menores implicados en un caso de acoso escolar conocido el pasado día 19 de mayo. La medida fue aceptada por conformidad por todas las partes a propuesta del fiscal de menores. El objetivo era superar la situación judicial cuanto antes en beneficio de la víctima, cuyos padres rechazaron emprender acciones penales contra los profesores del centro en el que estudiaba hasta el momento de destaparse el acoso que padecía. La vía civil, por la que se resolvería una petición por daños a los padres de los menores y/o a los profesores o responsables del centro, queda abierta en espera de la decisión que tome la familia de la víctima. Una decisión que si resulta el rechazo de tales acciones, impide al fiscal abrir esa vía.

Los seis meses de libertad vigilada son la medida impuesta por un delito de trato degradante recogido en el artículo 173.1 del código penal, la figura que se aplica en los supuestos de acoso escolar.

Tal como ha quedado acreditado, la víctima, de 15 años, hacía varios que venía sufriendo acoso escolar en el centro de educación al que asistía en Valencia. La presión se hizo especialmente insoportable el curso pasado, cuando cursaba 3º de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y se ha extendido al presente curso escolar. "El menor venía sufriendo humillaciones, burlas, golpes, collejas, insultos", especialmente de dos compañeros "con ánimo de menoscabar la integridad moral del menor al que hacían objeto de todo tipo de burlas, así como aislándolo del resto del grupo hasta el punto que precisó de asistencia psicológica". En la última de las revisiones, con fecha 4 de marzo, se anotó "la grave situación psicológica del menor con motivo de la presión recibida".

El menor llegó a su casa el pasado 19 de mayo procedente del colegio. Poco antes había sido, una vez más, víctima de burlas y mofas. Intentó quitarse la vida utilizando "un cuchillo o tijeras". La rápida intervención de su madre y de los agentes de la policía local que acudieron en auxilio evitó un fatal desenlace. El menor ingresó en urgencias del Hospital La Fe. Tras recibir el alta, fue cambiado de colegio.

La situación jurídica quedó ayer resuelta en un intento de superar la situación cuanto antes en interés de la víctima y siguiendo las tesis del fiscal de menores. La reclamación por daños queda pendiente.