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Un manifiesto culpa al PP y PSPV del plan Rabassa y pide una movilización general para su paralización

Bajo el título Por la dignidad de Alicante: No al Plan Rabassa más de 200 personas de Alicante, entre profesores de Universidad, profesionales liberales y funcionarios, han suscrito un manifiesto en el que exigen al PP, "culpable de una gran cantidad de los problemas acumulados en Alicante en los últimos años", y al PSPV, que, "de manera sorprendente e irresponsable" apoya esta propuesta, "detengan" esta propuesta hasta la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).

Los firmantes también exigen a la Confederación Hidrográfica del Júcar que "se niegue" a conceder el preceptivo permiso de uso de agua necesaria y que la Consejería de Territorio "niegue la autorización definitiva pendiente". Por último, instan a la sociedad civil a "movilizarse para detener la aprobación definitiva del Plan". El primer paso en esta movilización ha sido la recogida de firmas, y anuncian que apoyarán las medidas jurídicas pertinentes.

El argumento de construir viviendas sociales es "falaz y cínico"

El manifiesto que difundió ayer la Cadena SER se centra en cuatro ejes básicos. En primer lugar critica que el Plan Rabassa "agudiza los desequilibrios urbanos y territoriales". La construcción de 15.000 viviendas, 60% de ellas de protección oficial, sobre una superficie de 4,2 millones de metros cuadrados provoca un "urbanismo difuso, un crecimiento incontrolado que favorece fenómenos indeseables como el abandono de otros barrios, con la posibilidad de que se produzcan guetos de marginalidad, la insostenibilidad general de la ciudad". Para los firmantes es "absurda" la pretensión de construir 15.000 viviendas de golpe con una actuación "no integrada en una estrategia urbana y territorial global". También consideran "falaz y cínico" el argumento de la necesidad de construir viviendas sociales "muy escasas en los años del gobierno del PP" y que de construirse deberían "distribuirse por toda la ciudad, cuando hasta hoy nunca se había exigido la inclusión de VPO en otros planes". El segundo gran aspecto que se critica es la defensa "desde la interesada ignorancia" del proyecto en base a sus beneficios medioambientales. "Lo que se pretende no es conservar, sino alterar el paisaje con otro verde, como reclamo promocional". Además, el Plan Rabassa incumple numerosos artículos de la Ley Valenciana de Ordenación del Territorio y Protección del Paisaje y su ejecución requiere una cantidad de agua similar a la que consume en un año Santa Pola. Aprobar el Plan Rabassa al margen del PGOU es "una burla" para la ciudad porque se ha reducido la exposición pública y el periodo de alegaciones. Además, en caso de presentar alegaciones serán "sobre aspectos parciales y menores". Por último, el manifiesto denuncia la "manipulación de la opinión pública que supone generar la ilusión de que dichas alegaciones podrán resultar alteraciones sustanciales del Plan": Ante esta situación los firmantes consideran que "la única solución digna es para la aplicación del Plan Rabassa".

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