El PP asegura que ha percibido "movimientos poco ortodoxos" en el manejo de los votos de la emigración
El PP ha pedido el nombramiento de interventores en el aeropuerto de Barajas y en los servicios de Correos para vigilar la llegada de los votos de la emigración porque ha advertido "movimientos poco ortodoxos", según aseguró ayer Xosé Crespo, coordinador de la campaña de los populares gallegos. Crespo no quiso concretar más sus insinuaciones tras admitir que no tiene "constancia fehaciente" de posibles irregularidades.
Crespo trató de justificar ayer la iniciativa de su partido de reclamar a la Junta Electoral que le permita destacar interventores en Barajas y en Correos "las 24 horas del día" a fin de verificar la custodia de las sacas con los votos llegados desde la emigración. Primero aludió a las actividades en América del embajador especial para la emigración, un cargo creado por el actual Gobierno y que desempeña el dirigente socialista gallego Miguel Cortizo.
Crespo explicó que en sus visitas al extranjero Cortizo sólo se dedica a "cantar las excelencias del Gobierno central". Pero, a continuación, interpelado por los periodistas, el responsable de la campaña del PP reconoció que esa actividad no tiene nada que ver con el modo en que se custodian los votos de la emigración al llegar a España. Y ante la observación de que también el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, acaba de visitar Argentina y Uruguay en una gira presentada como institucional, Crespo alegó que la diferencia es que Cortizo se dedica además a "atacar al Gobierno gallego".
Al margen de las insinuaciones sobre la limpieza del voto de la emigración, el PP volvió ayer a la carga con el Plan Galicia, un asunto que había abandonado en las dos últimas semanas. El vicepresidente primero de la Xunta y cabeza de lista del PP por Pontevedra, Alberto Núñez Feijoo, exigió al Gobierno un acuerdo "institucional" para que se comprometa a respetar los plazos de las obras previstas en el plan y de ese modo "sacar esta cuestión de la campaña".
Núñez Feijoo acusó al Gobierno de negarse al diálogo con la Xunta y a su vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, de ignorar a los representantes institucionales del PP durante una reciente visita a Galicia. "Una parte del Estado no dialoga con otra parte del Estado mientras sí habla con el señor Ibarretxe, el señor Carod Rovira y otras organizaciones", destacó Núñez Feijoo, para quien esta actitud "no tiene precedentes en la historia de la democracia desde 1979".
Por otra parte, la Xunta respaldó ayer en A Coruña una comparecencia de una asociación de víctimas del terrorismo en la que se lanzaron durísimas acusaciones al PSOE y al BNG. Durante el acto, la ex concejal del PP en Ermua Ana Crespo, vicepresidenta de la asociación Voces en Silencio, llegó a afirmar que si el próximo Gobierno autónomo lo integran socialistas y nacionalistas, Galicia "estará en manos de ETA".
[Todos los partidos gallegos condenaron ayer los lanzamientos de cócteles molotov, de madrugada, contra una sede el PP en Ordes (A Coruña) y otra del PSdeG en Ourense].
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