El Gobierno advierte del peligro de incendios forestales por la peor sequía en 50 años

El verano ya ha llegado, al menos a efectos del peligro de incendios forestales. El incendio que hace unos días arrasó 419 hectáreas en Margalef (Priorat) tuvo un comportamiento propio de un agosto caluroso y muy seco, y no de mayo. Y es que la sequía es un grave problema: para la agricultura y para los bosques. Así lo afirmaron ayer los consejeros de Medio Ambiente, Salvador Milà, e Interior, Montserrat Tura. La consejera aseguró que no quería engañar a nadie y lo probable es que haya incendios porque la sequía era la peor de los últimos 60 años.

Interior y Medio Ambiente han coordinado sus efectivos para enfrentarse a los rigores del calor, agravados por la falta de lluvia, lo que dibuja un verano con grave peligro de incendios. Se ha contratado más personal, se dispone de un nuevo tipo de avión cuba y se han establecido convenios con el Ministerio de Medio Ambiente y las comunidades vecinas para intercambiar vehículos y hombres, si es posible. También se ha reforzado el operativo que actúa sin agua, estudiando la evolución del fuego y tratando de dirigirlo hacia puntos donde sea más fácil atacarlo.

Pero lo innegable es que la sequía afecta a toda Cataluña, y que las últimas lluvias de mayo, aunque han supuesto un breve alivio, han sido muy cortas. Para alejar el riesgo harían falta lluvias persistentes durante 80 días, dijo ayer Tura en la comisión de Seguridad del Parlament, donde presentó, junto a Salvador Milà, la estrategia del Gobierno catalán para enfrentarse a lo que se le viene encima.

Tura cuantificó los medios: 178 parques de bomberos, integrados algunos de ellos por funcionarios, otros por voluntarios y varios que son específicos del verano; 6.112 personas: 2.196 son bomberos profesionales; 2.322 son voluntarios y el resto especialistas diversos; 724 vehículos de tierra, incluyendo ambulancias, autobombas y unidades ligeras; 11 avionetas (6 de ellas anfibias) y 18 helicópteros (6 anfibios también) con una capacidad conjunta para arrojar 57.900 litros de agua.

La intervención de Milà se centró en las causas de los incendios, cuyo conocimiento es esencial a efectos de prevención. La mayor parte de los incendios queman muy pocas hectáreas cada uno de ellos. Sólo el 0,27% de los fuegos devastan una gran superficie. El problema es que la sequedad de la madera es ahora extrema, y eso no hay manera de corregirlo. El índice de sequedad es cinco veces superior a la media de los últimos seis años.

Durante julio y agosto, Medio Ambiente hará público diariamente el mapa de riesgo y avanzará las previsiones para el día siguiente. Interior, por su parte, ha previsto un dispositivo que transmita información a grupos de riesgo, por ejemplo, casas de colonias.

En verano, la causa más frecuente de incendios es la intencionalidad (30%), seguida de los rayos (17%). Los fumadores son responsables del 9% y las compañías eléctricas, del 6%. En este sentido, Milà expresó su satisfacción por un plan trienal para mejorar las instalaciones eléctricas y porque los jueces han resuelto a favor de la Generalitat en 126 recursos interpuestos por Fecsa-Endesa.

La oposición acogió las intervenciones, sobre todo la de Montserrat Tura, con quien CiU ha mantenido siempre altas dosis de tensión, con frialdad crítica. Helena Ribera afirmó, incluso, que las medidas contra los incendios eran escasas porque el Gobierno se había gastado el dinero de las emergencias en el Carmel. A cambio, David Pérez, del grupo socialista, felicitó a los consejeros y les dio las gracias por acudir al Parlament, dijo, "habiendo hecho los deberes".