El matadero albergará la mitad de la programación de los Veranos de la Villa

El viejo matadero de Madrid, situado en Legazpi (Arganzuela), comenzará hoy su transformación para convertirse en un espacio cultural. Pendiente de su reforma definitiva, que no se acometerá hasta el otoño, la Concejalía de las Artes construirá un escenario y una tribuna con 2.300 localidades para que allí se celebre la mitad de la programación de los Veranos de la Villa. "Queremos que el matadero comience a ser lo que será en el futuro, un espacio para la cultura en un barrio muy especial de la ciudad", explicó ayer Alicia Moreno, concejal de las Artes.

Unas 2.300 personas podrán presenciar una programación especial en el matadero dentro de los ya tradicionales Veranos de la Villa. "Serán unos espectáculos acordes con este espacio", ha explicado Alicia Moreno, que desvelará el programa completo la próxima semana. "El matadero ofrecerá la mitad de los espectáculos. El resto seguirán en el Conde Duque, como es tradicional".

La concejal de las Artes ha informado de que las obras de acondicionamiento comenzarán hoy mismo. "Tenemos un mes para preparar el escenario y la tribuna. El lugar elegido es una gran explanada que hay junto a dos naves cerca de la M-30. Será algo muy espectacular con una iluminación especial", ha dicho.

Según la información aportado al Consejo de Administración de la empresa Madrid Artes y Cultura, en el antiguo matadero de Legazpi se construirá una platea y una tribuna, además de un escenario cubierto. También está previsto realizar obras de acondicionamiento en el patio central del Cuartel del Conde Duque, donde se levantará una tribuna y un escenario cubierto.

Pero es el espacio del matadero el que más atención provocará dentro de los Veranos de la Villa. "Estamos ante un proyecto muy ambicioso, que es convertir esta vieja instalación en un centro cultural de primera fila. Éste es sólo el primer paso", señaló Moreno.

Durante esta primera fase de vida del matadero como escenario de los Veranos de la Villa, los espectáculos tendrán que convivir con las obras de remodelación de la M-30. La programación será en horario tarde-noche, con lo que el ruido de las máquinas que trabajan en la M-30 no afectarán los espectáculos, pero sí darán una peculiar imagen a esta zona de la ciudad.

Dos millones de euros

Pero las obras definitivas en el matadero no comenzarán hasta otoño. Para ello, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado la convocatoria de un concurso para adjudicar con carácter urgente las tareas de demolición del recinto por valor de 2.043.317 euros. El proyecto comprende las demoliciones totales de un "cierto número de edificaciones exentas o adosadas a las originales, así como la superposición de capas de diferentes pavimentos con un aspecto descuidado y caótico".

Las Artes justifica la necesidad de acometer esta demoliciones en que el "desarrollo continuado de actividad industrial en el matadero durante 75 años ha conllevado edificaciones incontroladas ajenas a las naves sin otro criterio que el puramente funcional, desvirtuando las trazas originales del conjunto".

Según la información municipal, se demolerán ocho casetas y una de las naves. Todas ellas son construcciones ajenas al diseño original, posteriores a 1970 y sin valor histórico o arquitectónico. Por lo mismo, también se tirarán los tabiques interiores de varias naves que inicialmente eran diáfanas. En total, los operarios tirarán abajo unos 4.000 metros cuadrados de edificaciones, además de picar muchos metros de pavimento que han perdido el adoquinado original y están cubiertos con hormigón.

El matadero tiene un kilómetro de perímetro, unos 70.000 metros cuadrados de superficie y 55.000 metros cuadrados de edificaciones, repartidos en unas 20 naves y varias casetas pequeñas.

Los edificios originales, levantados entre 1912 y 1928 por el entonces arquitecto municipal, Luis Bellido, están protegidos y se conservarán, pero varios de ellos deben someterse a obras de rehabilitación básica (asegurar cimientos, fachadas y cubiertas, evitar que entre agua...).

Las Artes puso en marcha hace unos meses un sistema de seguridad electrónica para vigilar con videocámaras el recinto y evitar la entrada de okupas o de gamberros que rompían los cristales de las naves a pedradas y realizaban pintadas en sus muros.