_
_
_
_
Reportaje:FÓRMULA 1 | Gran Premio de Europa

"Hemos forzado el desenlace"

"Si no llego a tirar, no habría pasado nada", dice el asturiano, "porque Raikkonen habría rodado más lento"

Robert Álvarez

Dos horas después del éxtasis, Fernando Alonso se daba un instante de pausa antes de expresar su sentimiento de inmensa felicidad por su cuarto triunfo de la temporada, el quinto de su carrera. Apostado en la puerta del motor-home de Renault, mientras los operarios desmontaban pieza a pieza cada camión y se dibujaba un panorama crepuscular, el líder del Mundial convenía: "Ha sido una carrera fantástica. Hemos conseguido hacer realidad un sueño. Una victoria especial por ser muy diferente a las anteriores, en las que dominé de principio a final". Y negaba cualquier pizca de suerte, pero apostillaba: "Hemos tenido mucha culpa en el desenlace porque hemos forzado la máquina todo el tiempo para presionar a [Kimi] Raikkonen".

Más información
Alonso revienta el Mundial

El español, de 23 años, complacido por el magnífico comportamiento de su Renault y de los neumáticos Michelin, con los que tantos problemas tuvo la pasada semana en Mónaco, relataba así lo sucedido: "Pasar a Raikkonen habría sido muy difícil. Pero desde el equipo me decían que sufría serios problemas. Se veía a través de la televisión y, cuando cruzaba la meta, su coche sonaba muy raro. Si no llego a tirar, no habría pasado nada. Él habría podido rodar tres o cuatro segundos más lento en las últimas vueltas, no habría forzado tanto su coche y no habría pasado nada. Pero yo tiraba al máximo para que él tuviera que frenar fuerte y subirse a los bordillos. Mi equipo esperaba que cometiera un fallo".

Más que las victorias, Alonso se mostró complacido por su regularidad. Sin embargo, se negaba en redondo a pensar todavía en el título a pesar de que su ventaja al frente de la clasificación general es sustancial: 32 puntos respecto a sus más inmediatos perseguidores, el propio Raikkonen y Jarno Trulli: "Siempre digo que no voy a pensar en el título hasta que queden tres o cuatro carreras. Aquí, ser segundo me habría valido. Pero me he salido en una curva intentando ganar y así voy a seguir haciéndolo siempre. El equipo tiene que ser lo más fiable posible y yo no debo cometer errores o, si los cometo, no deben ser tan graves como para que quede fuera de la pista. Ésa va a ser la clave. Si cada siete carreras conseguimos seis podios, va a ser difícil que nos recorten la ventaja". Y aún era más tajante: "Ojalá que no sea así, pero habrá carreras que no pueda acabar. Pueden suceder muchas cosas. Michael [Schumacher] puede ganar un par de carreras y enseguida meterse en el campeonato. Hablar del título ahora es perder el tiempo".

Alonso experimentó un notable alivio por dos asuntos que le tenían relativamente preocupado. En primer lugar, por la parrilla de salida que quedó configurada el sábado. Esperaba estar más adelante, pero la carrera confirmó lo que barruntaba: varios rivales disputaron la vuelta de clasificación con muy poca gasolina. La segunda inquietud era la sensación de que los McLaren habían pasado a ser mucho más competitivos que los Renault. "Estaba preocupado", admitía; "parecía que habíamos perdido el hilo de las victorias, que McLaren estaba muy fuerte. Llevaba dos carreras sin ganar, no ocho o nueve como parecía en el ambiente. Mejor ganar que quedar cuarto como en Mónaco, por supuesto, pero tampoco debíamos volvernos locos".

Alonso está convencido de que ya no volverá a repetirse la superioridad exhibida por los McLaren en Barcelona y Mónaco: "Son fuertes. Pero aquí todo lo que ganaron lo hicieron en la primera parada. Tenían 20 segundos de ventaja cuando yo paré y eso es ya inalcanzable. Igual paramos demasiado largo. Puede que [David] Coulthard y Trulli hicieran un poco de tapón al principio. La carrera parecía que se nos había escapado en la primera parada. Pero a partir de ahí el coche volvió a comportarse bien, hicimos la vuelta rápida y me sentí con confianza".

Explicó Alonso el incidente que se produjo en la primera curva de la carrera: "Ví por delante de mí que se tocaban los coches de Webber y Montoya. Intenté evitarlos, pero casi no pude porque me empujaron por detrás. Intenté contravolantear a tope para no hacer un trompo y, gracias a Dios, el coche se puso recto y no me quedé allí. Aunque perdí una posición respecto a Coulthard, pude seguir en la pista".

El italiano Giancarlo Fisichella, el compañero de Alonso en Renault, muy contrariado por los problemas que sufrió su coche, confesó: "Éste es el año de Fernando. Sólo hay que ver la suerte que está teniendo. Hoy ha podido acabar la carrera en la primera vuelta y lo ha superado. En la última, Raikkonen le ha entregado la victoria. Cuando hay un problema mecánico en Renault, seguro que es para mí".

La frustración de Kimi

La peor parte de la carrera se la llevó Raikkonen: "Estoy realmente frustrado por haber tenido que retirarme en la última vuelta cuando había dominado toda la carrera. En momentos así, te sientes en la mierda".

El finlandés, de 25 años, explicó: "Tenía muy bien equilibrado el coche hasta que el neumático de la derecha empezó a causar vibraciones terribles que condujeron a la rotura de la suspensión. Hemos perdido diez puntos muy valiosos para el campeonato. No ha sido sólo un mal resultado para mí. También lo ha sido para todo el equipo, que ha trabajado muy duro todo el fin de semana".

Ron Dennis, el director técnico de McLaren, informó de las decisiones que se adoptaron cuando el equipo se dio cuenta de los problemas que sufría el coche de Raikkonen: "Hemos discutido la situación entre todos y de manera unánime hemos decidido luchar por la victoria. Es una decisión que no lamenta nadie en el equipo, incluido Kimi. Era imprevisible que acabase con la rotura de la suspensión".

Flavio Briatore, director de Renault, abraza entusiasmado a Fernando Alonso.
Flavio Briatore, director de Renault, abraza entusiasmado a Fernando Alonso.EFE

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_