La intensa noche de Figo

A Figo no se le atragantó ser el centro de atención. Lo fue porque, de nuevo, no salió de titular, porque la grada le increpó -lesionó de gravedad al central maño César en la primera vuelta- y porque pudo ser su adiós como madridista. "¡Ese portugués, hijo p... es!", coreó la grada de La Romareda al unísono.

Quizás sea por su carácter ganador, inconformista y chulesco, pero anoche Figo encaró, desdobló, desbordó y aguantó el balón cuando fue necesario. No fue su mejor partido, pero se olvidó de la apatía que arrastraba en las últimas fechas. Dio, incluso, un pase al hueco y en profundidad leyendo la galopada de Ronaldo, que sentenció el encuentro.

Tras el partido, se palpaba la expectación por ver si seguía el cruce de declaraciones entre Vanderlei Luxemburgo, técnico del Madrid, y Figo ¿Le mandaría un mensaje al portugués?, preguntaron al entrenador brasileño en la conferencia de prensa. Tras una significativa sonrisa, respondió de forma tajante: "El año que viene, si está en la plantilla, lo sabrás".

Sobre esta temporada, Luxemburgo analizó el por qué ganó el Barça la Liga: "Estaba muy bien preparado mentalmente. Aunque el gol que nos marcó Ronaldinho, el de falta, el 4 a 2, fue muy importante para que no sufriera un bajón en ese aspecto". Y valoró los meses que ha pasado en la entidad: "He estado bien entre comillas. El Madrid es un club que gana siempre y, esta temporada, de tres competiciones no hemos conseguido ninguna. La próxima campaña hay que hacer algo más". No se sabe si contará con Figo. Pero la noche de ayer del luso fue intensa; firmó autógrafos antes de empezar el encuentro, fue suplente, rechazado por la mayoría de la afición y, de paso, se llevó un último recado de su entrenador.