Son de aquí

"Ahora viene lo chungo, cuando se quieren saltar". Faltaban segundos para que Andy & Lucas aparecieran el viernes por la noche en el escenario del polideportivo de Tomares (Sevilla), el momento más temido por las 21 personas que forman el dispositivo de Protección Civil. La primera fila está copada por chicas, muchas de ellas niñas de ocho o diez años, que se desgañitan cantando los éxitos del verano que suenan por la megafonía para hacer más llevadera la espera. Detrás del escenario, los artistas parecen menos nerviosos que sus fans, aunque se reconocen algo "impacientes". "Cuando todo el mundo empieza a gritar lo que quiero es salir ya", dice Andy (de Andrés) Morales, la mitad de este dúo gaditano que se ha convertido en uno de los fenómenos musicales de los últimos años.

Tienen 23 años, componen y cantan sus propios éxitos y ya han vendido un millón de copias entre España, Latinoamérica y Estados Unidos de los dos discos que tienen en el mercado. El primero, Andy & Lucas, les llevó directos al éxito desde el primer single, Son de amores. El segundo disco, Desde mi barrio, vio la luz a finales del año pasado y es el protagonista de la gira veraniega con la que van a recorrer de punta a punta varias veces todo el país. Para calentar, han empezado mayo suave, cantando sólo los fines de semana. Pero a partir de junio, un concierto cada día.

Aunque han aprendido de la gira anterior y han racionalizado las distancias. "El año pasado podíamos estar un día en Sevilla, al siguiente en Barcelona y al otro en La Coruña. Este año intentamos que los sitios estés más cerca", cuenta Andy.

Para Lucas González, la otra mitad del dúo, la gira es "cansina, pero no monótona". "Vas cada día a una ciudad y nada más bajarte del coche ya hay niñas esperando. Estás ahí medio dormido y te tienes que lavar rápido y poner buena cara, pero es bonito". Es lo que tiene ser ídolo de quinceañeras, aunque hay que reconocer que ellas responden con una entrega encomiable.

A los dos ídolos gaditanos no les importa reconocer que las jóvenes son su público mayoritario, pero reivindican que no se les encasille sólo ahí. "También hay abuelas que compran nuestros discos", dice Andy. "Aunque es verdad que las niñas son muy importantes y las que más ruido hacen. Ellos también han tenido sus ídolos, aunque con moderación. Lucas ha sido seguidor de Alejandro Sanz o del futbolista gaditano Quico. "Pero fan viene de fanático y yo nunca me he considerado eso", aclara. "Me encantan, pero nunca me he pintado la cara con su nombre", dice Lucas, que compone la mayoría de las canciones del dúo. Letras de amor, desamor y algunas con un marcado compromiso social. Y siempre que puede, asegura, un recuerdo para La Laguna, el barrio de Cádiz en el que nacieron, y para Andalucía. "Las palabras Cádiz y Andalucía siempre las llevamos en la boca", dice.

Los diez minutos anteriores a salir a escena se los toman para relajarse. Sin ningún rito especial. Como mucho, la infusión de manzanilla que se bebe últimamente Andy. "Me han dicho que es buena para la voz". Al otro lado del escenario, los gritos empiezan a reclamarles. "Nos dijeron que empezaba a las diez y ya son las once", se queja una señora desde la segunda fila. Ha venido desde un pueblo de al lado con dos amigas y las hijas, incluida una de cinco años a la que sostienen en brazos para que respire bien. "Yo creo que sí que era a las once", aclara otra joven. "Pues nos dijeron a las diez", insiste la primera, casi al tiempo que se apagan las luces y suenan los primeros acordes. De las quejas a la entrega y los aplausos no pasan ni 30 segundos.