"Pobrecito, yo no despido a nadie", dice Berlusconi sobre Ancelotti
El técnico del Milan acapara las críticas
A todos los aficionados milanistas se les quedó cara de pasmo. La derrota del miércoles en Estambul frente al Liverpool fue de las que no se digieren porque no se entienden. "Es incomprensible", dijo el propietario del Milan, Silvio Berlusconi. Y ayer proseguían las especulaciones teóricas sobre aquellos seis minutos en que el conjunto inglés marcó tres goles y empató una final que parecía tener del todo perdida.
Las especulaciones no desembocaban en nada, porque el asunto permanecía en el ámbito de lo incomprensible. Y las miradas, de forma inevitable, se concentraban en el entrenador Carlo Ancelotti, un técnico que creía haberse librado de la fama de segundón tras la Liga de Campeones de 2003 y la Liga de italia de 2004 y a quien en Estambul atraparon todos sus viejos fantasmas.
"¿Despedir a Ancelotti? No, pobrecito, yo no despido a nadie", manifestó Silvio Berlusconi, antes de embarcar en Estamnbul en su avión privado para regresar a Italia. La permanencia de Ancelotti en el banquillo del Milan no parecía, sin embargo, del todo asegurada. Habra que esperar a las próximas fechas.
A falta de mejores explicaciones, ayer se forjó un cierto consenso en torno a la presunta culpabilidad del entrenador: no había sabido contrarrestar los cambios de Rafa Benítez y no había sido capaz de mantener la motivación de sus jugadores en el descanso, cuando, con un 3-0 a su favor en el marcador, el equipo pensaba más en la celebración del título que en la segunda parte.
El presidente de la Sociedad Italiana de Psicología Deportiva, Alberto Cei, abundó en la responsabilidad de Carlo Ancelotti: "Cuenta muchísimo la función del entrenador a la hora de transmitir la actitud adecuada a los futbolistas, los ingleses regresaron al campo sin la menor resignación y los italianos, en cambio, pensaban que ya habían ganado", declaró Cei.
Imagen de calma
Adriano Galliani, el máximo responsable ejecutivo del club y el resto de la cúpula milanista intentaron ofrecer ayer una imagen de calma y, para endulzar el mal momento por el que atraviesan, se acogieron a la primera incorporación para la temporada próxima. Se trata del centrocampista Johann Vogel, del PSV Eindhoven holandés, de 28 años, que firmó por tres temporadas.
De haber cambios de altura, en cualquier caso, habían de producirse después de la última jornada liguera, la del domingo próximo. Ancelotti, con ofertas del Roma y quizá de algún otro equipo del sur del país, insistió en que no existía ningún "fin de ciclo" y preparaba ya el futuro. Pero las dudas sobre su permanencia persistían.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.