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Rosell afirma que se planteará la dimisión al final de la temporada

Oriol Puigdemont

Tras seis meses de riguroso y pactado silencio con Joan Laporta, ayer, Sandro Rosell, vicepresidente deportivo del Barcelona, declaró a TV-3 que presentar la dimisión al final de temporada "es una posibilidad". El máximo responsable del área deportiva del club catalán no ocultó los motivos que le llevarían a abandonar el cargo de directivo el próximo uno de julio, un día después de que expire el aval económico que tuvo que asumir y que asciende a un 15% del presupuesto del club: "Hay algunos procesos internos e influencias externas que no son como yo había entendido o que no me habían explicado bien", afirmó. En este sentido y aunque sin nombrarlo, la figura de Johan Cruyff -"es muy grande y tiene un peso específico muy importante en el barcelonismo desde el día que llegó. Nunca ha dejado de estar con el presidente o contra el presidente", dijo de él Rosell- planeó en todo momento. El vicepresidente azulgrana, además, reiteró que sus deseos no pasan por erigirse presidente de la entidad: "No quiero ser presidente del Barça". A pesar de lo contundente de su afirmación, Rosell añadió: "Si las cosas no van por donde uno cree que deben ir, si pudiera ayudar a alguien en el futuro, sea ahora o de aquí a 10 o 20 años, por qué no hacerlo. Siempre me ha gustado el Barça, forma parte de mi cultura".

El vicepresidente azulgrana quiso responder a quienes le tachan de desleal: "Si desleal significa decir lo que piensas, tenemos un problema", puntualizó.

Al ser preguntado por la influencia que ha tenido en los últimos fichajes que ha llevado a cabo el club -la llegada de Van Bommel ya es oficial y en breve podría anunciarse la de Santi Ezquerro-, Rosell admitió que en los últimos cinco meses no ha tratado cuestiones deportivas con Txiki Begiristain, director técnico, ni con el entrenador Frank Rijkaard. "¿Si los técnicos me puentean? Eso es lo que está pasando desde el invierno".

Lo que sí quiso desmentir Rosell de forma categórica es que la continuidad de Ronaldinho en el club catalán dependa directamente de la suya en los despachos: "Ronaldinho se queda. Es patrimonio del Barça y está encantado de la vida aquí".

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