El acuerdo sobre el Estatut se precipitó por temor a que se produjese otro anuncio fallido
La negociación la desarrollaron sólo cinco personas asesoradas por expertos en derecho
El acuerdo sobre la reforma del Estatut se precipitó entre la noche del lunes y la jornada del martes. El temor a otro anuncio fallido y el papel determinante del portavoz parlamentario del PP, Serafín Castellano, fueron fundamentales para cerrar la proposición de ley que se presentará hoy en el registro de las Cortes y que dotará a los valencianos de un nuevo Estatut para los próximos años. El pacto refuerza tanto al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, como al líder del PSPV, Joan Ignasi Pla. Sin embargo, la noticia fue recibida con más satisfacción en el Gobierno y en el PSOE que en el seno del PP, donde aumentan las tensiones. Los zaplanistas criticaron en privado el acuerdo.
"Cuando llegas al final es cuando te tiemblan las rodillas", advirtió Castellano
El lunes por la noche, Presidencia de la Generalitat mantuvo abierta la agenda del presidente de la Generalitat hasta última hora para incluir la entrevista, inicialmente prevista a mediodía, con el secretario general del PSPV. La cita, fijada el viernes anterior en las Cortes Valencianas, se pactó para desbloquear las diferencias que mantenían populares y socialistas en materia de financiación. Sin embargo, el temor a un nuevo pacto frustrado hizo que el jefe del Consell comunicase a los socialistas que sólo mantendría la entrevista en el Palau de la Generalitat para presentar el acuerdo de reforma estatutaria.
Los repetidos anuncios por parte de los populares de que el acuerdo con el PSPV ya era un hecho -especialmente el realizado antes de la reunión de la Junta Directiva Regional del PP el pasado 26 de abril, y el efectuado tras la entrevista entre Camps y Zapatero en la Moncloa el pasado 17 de mayo- aconsejaron no convertir la negociación del Estatut en el cuento de Pedro y el lobo.
Así pues, el lunes por la noche, Serafín Castellano, tras contar con la autorización de Presidencia, aceptó incluir en la reforma estatutaria el artículo 69 por el que se creará el Servicio Tributario Valenciano como agencia consorciada con el Estado previa modificación de la ley estatal correspondiente. Ahora les tocaba a los socialistas ceder en el artículo 67, en el que reclamaban que la financiación per cápita se igualase a la media estatal. Un concepto en el que, aunque los populares compartían la filosofía, tenía el problema de levantar ampollas en comunidades despobladas como Galicia y Castilla y León, que insisten en que primen otros criterios.
El martes los teléfonos y los correos electrónicos de los populares Castellano y Rafael Maluenda y el socialista Antoni Such echaron humo afinando el citado artículo. Ahora una coma, luego una palabra. El texto estaba listo a la espera de que tanto Camps como Pla diesen su visto bueno. "Cuando llegas al final es cuando te tiemblan las rodillas" había advertido el portavoz parlamentario del PP.
Últimas consultas. Adelante. El jefe del Consell intenta localizar a Pla alrededor de las 15.00. Si hay acuerdo hay que cerrarlo. A las 19.30 ha de estar en el aeropuerto de Manises para viajar a Palma de Mallorca donde se reunirá con Jaume Matas. El jueves la agenda viene cargada y el viernes debe celebrar el pleno del Consell y marcharse con su gabinete a las jornadas de convivencia que ha organizado. El secretario general del PSPV tiene un compromiso personal y no está localizable. Finalmente a las 17.00, Camps y Pla hablan. Esta vez va en serio: quedan para una hora después en el despacho de Serafín Castellano en las Cortes Valencianas. Allí acuerdan los escuetos mensajes que ofrecerá cada uno a los pies del monumental ficus del Parlamento. Se le comunica al portavoz de Esquerra Unida, Joan Ribó, el acuerdo y se convoca a la prensa. Nadie se ha tomado la molestia de llamar al presidente de las Cortes, el zaplanista Julio de España, que no oculta su malestar por las formas.
El calendario se pacta allí mismo. El domingo se hará un acto reducido pero solemne en el Palau de la Generalitat en el que se presentarán las cinco iniciativas legislativas -falta cerrar la reforma de RTVV- que acompañará al Estatut. El miércoles se informará a Ribo personalmente. Y el jueves [hoy] la reforma iniciará su tramitación.
Cataluña mira a los valencianos
Algunas de las fórmulas utilizadas para pactar el texto de la reforma del Estatut d'Autonomia por el PP y el PSPV causaron ayer buena impresión en medios políticos catalanes. Algunos de ellos transmitieron cierta sensación de envidia por lo logrado en Valencia, al tiempo que rechazaron que la reforma pactada por populares y socialistas valencianos se convierta en café para todos. El portavoz del PSC, Miquel Iceta, advirtió de que sería un "error" pensar que la reforma del Estatut valenciano puede ser "fotocopiable" para otras comunidades, aunque expresó "cierta envidia" por el acuerdo alcanzado en la Comunidad Valenciana, que CiU "impide" en Cataluña.
Mientras, el portavoz parlamentario de CiU, Felip Puig, declaró que la aprobación de esta reforma es "una nueva estrategia del PP y el PSOE de limitar, acotar y reducir las aspiraciones de diálogo con Cataluña". "Creíamos que el café venía de las Américas, pero ahora viene de Valencia y además descafeinado", afirmó Puig.
Por su parte, Francesc Vendrell, portavoz parlamentario del PP catalán, emplazó al resto de fuerzas políticas catalanas a seguir el ejemplo de la Comunidad Valenciana y tratar de avanzar "con sentido común" en el autogobierno, sin plantear propuestas que estén fuera del marco constitucional. Vendrell también confesó sentir "envidia" por el hecho de que PP y PSPV-PSOE ya hayan acordado la reforma del Estatuto valenciano y se hayan anticipado al Parlament catalán.
En Valencia, un comunicado de Esquerra Republicana del País Valencià calificó de "farsa" y de "descomunal estafa" la reforma pactada y advirtió de que la "última batalla se librará en el Congreso de los Diputados", donde los nacionalistas tienen "mucho que decir", porque el pacto "afecta a un territorio de los Països Catalans".
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