El 'folk' abraza a Quique Almendros

Una desdichada tarde del pasado mes de agosto, en Barcelona, el gaitero y tamborilero Quique Almendros empezó a encontrarse mal durante una prueba de sonido de La Musgaña. Almendros, que encabezaba el grupo desde su fundación misma (en 1987), estaba siendo víctima de un gravísimo derrame cerebral que desde entonces le mantiene postrado en una cama hospitalaria, con hemiplejía en la parte izquierda de su cuerpo y un déficit cognitivo severo. Algunos de los más significados nombres del folk peninsular se están movilizando ahora para rendir tributo a este hombre locuaz y entrañable, un madrileño de 42 años que alternaba sus pasiones musicales con una no menos original labor como ilustrador y diseñador. La trikitixa de Kepa Junkera, el gaitero Carlos Núñez y lo más granado de su grupo -el bouzouki de Pancho Álvarez y las percusiones del hermano menor de la saga, Xurxo Núñez- se alían esta noche con La Musgaña en el Teatro Principal de Burgos para recaudar fondos que contribuyan a la costosa recuperación de Quique. Será una ocasión de intenso valor emocional, pero también artístico: La Musgaña, que con Almendros operaba como un trío -junto a sus inseparables Jaime Muñoz y Carlos Beceiro-, se ha transformado ahora en un quinteto gracias a las incorporaciones del violinista Diego Galaz, el acordeonista Jorge Arribas y la percusión de Sebastián Rubio.-