Sami Naïr insta a la sociedad a afrontar los retos de la globalización

"La humanidad no puede dejar que unos cuantos grupos dominantes organicen la vida del resto del planeta". Con estas palabras, el filósofo y sociólogo Sami Naïr apeló a la movilización ciudadana para que sea ésta, con su toma de conciencia, la que reconduzca los procesos de globalización a través de movimientos sociales alternativos. Naïr abríó el Observatorio de la Globalización de la Universidad de Jaén (UJA).

El también profesor de Ciencias Políticas de la universidad francesa París VIII y de la madrileña Carlos III fue el encargado de inaugurar ayer la primera jornada de trabajo del Observatorio. Este foro internacional nace como una herramienta que pretende ser un centro de intercambio y generación de conocimiento científico sobre los retos a los que se enfrenta la comunidad internacional contemporánea.

Durante su intervención Naïr defendió que otro mundo puede ser posible. "La solución no llegará de inmediato porque hablamos de un problema histórico que, fundamentalmente, pasa por la toma de conciencia, la movilización ciudadana y una apertura hacia el futuro", señaló el filósofo, quien mostró su confianza en las generaciones más jóvenes "por sus lecciones inesperadas". Naïr insistió en que por primera vez se vive un periodo "extraordinario" que debe ser aprovechado para cambiar el rumbo marcado por la dominación de las elites económicas. "La globalización también ha provocado el encuentro de los seres humanos, que han tomado conciencia de que comparten la misma suerte y los mismos desafíos. Esta oportunidad tiene que ser aprovechada", insistió.

Después de resumir el concepto "complejo" y "profundo" de globalización como un proceso de difusión e inversión de los capitales en provecho del primer mundo, y de forma especial, en beneficio de las multinacionales norteamericanas, Naïr abordó las alternativas a la globalización y destacó el papel "fundamental" que puede jugar Europa en un cambio futuro.

Alternativa

"La alternativa política pasa por convertir el mundo globalizado en uno multipolarizado basado en el respeto del derecho internacional y en la competencia positiva entre las regiones", indicó el pensador francés. Con respecto a las alternativas económicas, Naïr hizo hincapié en la existencia de medios para controlar la Organización Mundial del Comercio (OMC) y de instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI), para que ésta sea utilizada como un instrumento para difundir la riqueza a escala planetaria y no para recaudar dinero en provecho de los más ricos. "No se puede permitir que sean seis multinacionales las que decidan lo que debemos comer mientras el campesino está en una situación cada vez más complicada", lamentó.

El politólogo francés también compartió mesa con Rebecca Wallace, catedrática de Derechos Humanos de la Universidad de Aberdeen (Reino Unido); Enrique Ojeda, director de la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo; Abdel Malek, embajador de Marruecos; Arturo Laclaustra, director de Asuntos Internacionales, Terrorismo y Naciones Unidas del Ministerio de Asuntos Exteriores y Archibaldo Lanús, embajador de Argentina en Francia, entre otros.

Juan Manuel de Faramiñán, catedrático de Derecho Internacional de la UJA y coordinador del observatorio, indicó que el foro se reunirá periódicamente para intercambiar experiencias y estudios entre investigadores relacionados con la mundialización. "Nos disguste o no, hoy día es imposible negar la globalización, por ello lo importante es saber cómo gestionarla", señaló De Faramiñán.