Los radicales emulan los gritos de Eto'o contra el Madrid
El Camp Nou prolongó ayer su semana de festejos de forma inusual. La lluvia y, sobretodo, Forlán aguaron enseguida una noche que arregló después el Barça y que había comenzado de forma espectacular: con todo el estadio teñido de azulgrana, formando un mosaico que abarcaba la grada de principio a fin. "Barça, Barça, Barça", dibujaba.
Aparecieron los azulgrana, con los jugadores del Villarreal haciéndoles el pasillo, y la grada, que había ensayado con las chicas del UB Barça -campeonas de la Liga femenina de baloncesto-, estalló en un grito atronador. Casi tanto como el que emitió, instantes después, cuando el presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, le entregó el trofeo de campeón de Liga al capitán Puyol. Y entonces, el polémico cántico, sonó otra vez. Los radicales situados en los Goles y parte de la grada emularon el desafortunado canto entonado el pasado domingo por Eto'o y por el que un día después el propio jugador camerunés pidió perdón. "Madrid, cabrón, saluda al campeón", se oyó entonar en varias ocasiones. Con gritos de "Barça, Barça", otra parte de la grada los acalló.
La plantilla y el cuerpo técnico al completo se fotografiaron con el ansiado trofeo y la verdadera fiesta comenzó. Barça y Villarreal, Eto'o y Forlán, ofrecieron un duelo brillante y la afición lo agradeció. Como valoró y aplaudió el gesto de Frank Rijkaard hacia los recién recuperados Edmilson, Gabri y Larsson. En la despedida de Liga del Camp Nou, como antes lo había hecho con Motta, el técnico azulgrana les dio la oportunidad de pisar de nuevo el césped y de sentir que la Liga también es suya. "No esperaba volver a jugar este curso y esto ha sido increíble", dijo Larsson.
Se desconoce si, frente a la Real, volverán a jugar, pero de lo que no hay duda es de que Ronaldinho no estará en Anoeta. El brasileño vio su quinta tarjeta amarilla por sacar una falta antes de que el colegiado lo indicase y se perderá el último partido de Liga. La acción de Ronaldinho sonó a sospechosa: requerido por la selección brasileña para jugar la Copa Confederación, esto le permitirá viajar a su país antes de tiempo. "No he buscado la tarjeta", se defendió el brasileño; "quería sorprender al portero, pero Deco pidió distancia y no me avisó a tiempo. No nos entendimos". La convocatoria de la canarinha coincide con la gira que el Barça realizará por Japón.
Rijkaard, tras el partido, admitió: "Ha sido obvio que el equipo ha buscado demasiado a Eto'o. Era como buscar algo que ya tenemos sin pensar en hacer las cosas como se debe. El juego del colectivo está por encima del individual".
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