"La tristeza es la parte del arte que me atrapa"

Diego Vasallo (San Sebastián, 1966) acaba de publicar Los abismos cotidianos (Gasa-Dro Atlantic), su cuarto álbum en solitario. Una tristeza omnipresente tiñe composiciones del propio Vasallo, Pablo Guerrero y Enrique Urquijo. El ex Duncan Dhu sentencia que "uno de los principales problemas en este país es que la música se considera excesivamente dentro del mundo del ocio y poco dentro del de la cultura".

Pregunta. Dice que Los abismos cotidianos es su disco menos pop y más en contacto con lo popular. ¿Era ésa la intención inicial?

Respuesta. No, pero las canciones siempre tienen cierto tinte de lo que estás escuchando, y yo, desde hace tiempo, me siento bastante alejado del pop. Luego, incluso los artistas del mundo del rock que a mí me parecen grandes, como Tom Waits o Nick Cave, dicen que escuchan blues y folk. En cuanto escarbas algo, es inevitable llegar a otro tipo de músicas, al origen, que es el folk.

P. ¿Ve el pop en vía muerta?

R. No, pero me parece bastante superficial en muchos aspectos. Muchas veces se queda en un nivel muy estético y va poco al fondo de la escritura de canciones, que para mí es un oficio con un lenguaje artístico que puede tener tanto fondo como la pintura o el cine.

P. Sí ha querido dotar de aspereza al sonido del disco.

R. Buscaba uno muy acústico, pero con un punto de agresividad. No me gusta mucho el sonido acústico muy amable.

P. ¿Por qué abraza la tristeza?

R. Es evidente que a mí es la parte del arte que me atrapa. Me gusta mucho también el bolero, el tango y el blues, que son músicas de lamento. Hay algo que nos hace conectar con la tristeza de una forma placentera. No sé muy bien por qué, pero creo que el vínculo es evidente y quizá se establece una especie de empatía entre lo que el autor vive y lo que tú vives, has vivido o te imaginas vivir.

P. La creatividad es algo que se esfuma. ¿Tiene miedo a que llegue ese momento?

R. No tengo miedo, pero soy muy consciente. Las trayectorias tienen sus momentos más bajos creativamente, y a veces se pueden dar situaciones bastante duras, porque para alguien que se compromete con lo que está haciendo, no es un juego. Hay mucha frustración en el mundo del arte cuando no consigues llegar a donde tú crees que debes llegar.

P. No le gusta la popularidad.

R. En sí misma no tiene ningún interés. Entendida como ser un personaje popular, no veo que tenga ninguna ventaja. Otra cosa es que tu trabajo llegue a mucha gente, que valoren tus discos y los compren. Eso lo puedo entender mejor, porque nadie hace las canciones para guardárselas para sí mismo.

P. ¿Qué proyectos tiene en mente?

R. De momento, seguir pintando, tengo una exposición en junio en Granollers, y quizá hacer algunos conciertos en otoño o invierno. No me apetece tocar por tocar, en cualquier sitio y de cualquier manera. En lo de tocar en directo hay mucho de necesidad, física incluso, de los propios artistas. Siempre satisface que a uno le aplaudan y le quieran, pero encararlo de esa manera me parece un poco peligroso.

P. ¿Se reunirá este año con Mikel Erentxun para celebrar el 20º aniversario de Duncan Dhu?

R. Lo veo muy difícil, por no decir imposible. No entendería ahora una reunión de Duncan Dhu, ¿para qué? A mí no me interesa, aunque creo que sí habrá un disco homenaje.